martes, enero 30, 2007

el galán

el hombre se acerca a mí en el centro.
--tiene bellos ojos.
--gracias--digo, educada, pero sigo caminando, sin detenerme, sin mirarlo. hay exceso de echadores de piropos en el centro.
--son muy bellos-- insiste--. y raros. ojos así no se ven por aquí.
--gracias--reitero.
--esos ojos no son de venezuela.
--sí señor, sí son de venezuela.
--pero seguro que de padres extranjeros.
--sí señor, mi madre es española.
--¿usted es racista?--me pregunta y por fin lo veo. es negro. más joven que yo.
--no señor.
--mire, es que sus ojos son raros aquí, seguro que por allá por España es distinto.
--bueno, seguro allá es usted el que llama la atención-- le digo, convencida.
--¿todos por allá tienen los ojos azules?
--no señor, los españoles vienen de los moros, los árabes, hay gente morena. blancos, morenos, negros.
--ah, más o menos como aquí...--guarda la información lentamente en el disco duro y cambia de tema--¿me puede decir su nombre?
Se lo digo. El verdadero. No sé mentirle ni a un desconocido. En ese momento llego al Metro. El sigue otro rumbo.
--Chao, señor-- le digo.
-¿Le puedo pedir el teléfono para llamarla?
--No-- le respondo con amabilidad.
Se queda en silencio. Se ve que piensa en los motivos de mi negativa. Rápidamente llega a lo más convencional.
--¿Es casada?
--Sí--miento, siento que es la única excusa que entenderá.
Toma mi mano y la besa como un galán de viejas películas. Dos veces. Se despide gentil mirándome a los ojos. Bajo al Metro. Y admiro la inútil valentía de ese hombre al abordar a una mujer triste.

domingo, enero 28, 2007

brecha generacional


Mi hija le muestra a su abuela, de 87 años, el enorme dinosaurio robótico que le trajo San Nicolás.
--¿Cómo se llama?-- pregunta la abuela.
--Robot-Raptor--dice mi niña.
--¡Robert Redford!--entendió mi mamá.

domingo, enero 07, 2007

2007...en reposo

Bienvenido 2007 y muchos abrazos a esos bellos amigos que he hecho gracias al mundo de los blogs. No saben cuánto les agradezco haberme acompañado todo este tiempo. El primer blog y éste han sido experiencias diferentes, pero ambas han sido buenas experiencias. Extraño del primero esa comunidad (sin anillo) que se formó, esa solidez de sentimientos, esos apasionamientos virtuales y reales. Extraño del segundo esa constancia en la amistad y los debates. Extraño a los que me quisieron, a los que me apoyaron, a los que se acercaron, a los que me llamaron por teléfono desde la distancia, a los que me jalaron las orejas, a los que sintieron lo que yo sentía, pero también extraño a los malos que se acercaron, porque era divertido retarlos y que me retaran. Anhelo de verdad toda la complicidad que se armó en este país, todos los enredos, toda la vida. Me hacen falta muchos momentos. Me hace falta por ejemplo ese Carmelo que casi me hace tomar un avión a España sólo para conocerlo; me hace falta la caminata por la avenida Francisco de Miranda con Nicotine, entendiendo tanto de mí y yo de él; me hace falta esa confusión de mensajes con ese hombre que en realidad nunca me escribió a mí.
Tuve lindos días en la playa hace unos días. Tuve momentos de familia. Regresé el primero de enero y de vuelta al trabajo fuerte y de vuelta también a una serie de tareas que me dejan agotada.
He decidido por un tiempo, guardar reposo de blogs. Desde hace tiempo leo pocos y cada vez leo menos. Quizás voy en camino a una nueva etapa, no sé. Tampoco es que me estoy replanteando nada muy trascendente. Esto no es trascendente. No es más que un juego en el fondo.
No estoy deprimida. Tampoco triste, de hecho, fui muy feliz en estos días. Estoy como en hibernación. Quizás busqué algo en Internet sin buscarlo. Por eso no lo encontré. QUizás tenga que empezar a buscar buscando, sin tanto gen recesivo. Quizás deba también dejar de ponerme excusas. QUizás deba dejar de tener miedo a seguir metiendo la pata.
Seguiré escribiendo pero no estoy preparada ahora para exponer mi alma. Sigo dando algunos pasos en falso, sigo también sin atreverme a salir y moverme por el mundo de los amores. Sigo siendo la misma de siempre, torpe y equivocada.
Estaré en reposo de blog un tiempo, como dije. Pero estaré por ahi, viviendo.