sábado, junio 30, 2007

ventana

desde mi nueva oficina, si levanto la cabeza, ahora puedo ver la montaña. un ángulo del Avila que me gusta, porque protagoniza. Si salgo a la calle y camino por esa avenida sin gracia hacia el metro, el cerro se impone en su punto más alto, parece que se viniera encima. que me llamara. ven.
antes trabajábamos encerrados. por fin, hay una ventana desde la que podemos ver la vida allá afuera, la lluvia intensa de estos días, el sol que obliga a buscar resguardo en las persianas, el atardecer que apura a culminar la jornada porque los hijos tienen hambre.
esa ventana compensa la necesidad del centro, ahora que estamos en un extraño e industrial este. el centro con sus buhoneros que atropellan pero que sorprenden en su colorido e invención; con sus tienditas en las que siempre podías comprar algo que olvidaste a última hora; el centro con sus vendedoras haitianas de aguacates en su punto para el almuerzo; con esos señores del estacionamiento que terminaban tratándote de mamita y pana; con los jugos concentrados del cafetín de al lado; con el chino, el señor que vivía en el subsuelo de la esquina a quien siempre saludaste y que sentías que algún día te iba a rescatar de un incendio; el centro con los chinos de la baralt, uno de los restaurantes más feos y sabrosos de caracas; con el cogeculo de capitolio; con la imposibilidad de llegar temprano a ninguna película del centro plaza, pero con la posibilidad de tener ahí mismito las pautas; el centro con la imponente obra de villanueva; el centro con sus putas y su cine porno al que nunca entraste y su diversidad y su derroche de noticias.
bueno, pero ahora tengo la ventana. el ávila intenso y mío.

sábado, junio 16, 2007

Lo dijo Simón Bolívar. No yo.

"La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía. Un justo celo es la garantía de la libertad republicana, y nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado, que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente"
Simón Bolívar. Discurso de Angostura. 1819.

(Orgullosa de mi hijo Alejandro, por su tesis de bachillerato, que se titula "El poder, visión a través de los tiempos. De Pericles a Chávez". Una tesis que parece de doctorado ¿hay algún editor interesado en publicársela?)

jueves, junio 14, 2007

parejas XIX. dos que no se ponen de acuerdo.

siempre estuvieron cerca y lejos. cuando ella estaba sola, él estaba fuera del país. cuando él estaba de vuelta, ella se estaba acostando con otro. cuando la una estaba casadísima, el otro andaba de novio. cuando el uno se casó, la otra ya criaba hijos. cuando el uno se divorció, la otra seguía casada. cuando la otra se divorció y se enclaustró en una soledad militante, el uno se empató empatadísimo. y cuando el uno se desempató, a la otra la requieren ya en amores.
cuando uno quería salir de noche, la otra no podía. cuando la una quería salir de día, al otro se le hacía imposible descubrirse. cuando el uno propone, la otra no dispone. cuando la otra invita, el uno huye. cuando planifican se les cae. cuando ponen fecha y lugar sale un obstáculo.
Eran el desajuste, la descoordinación, la impuntualidad, las deshoras, el destiempo, los grandes enemigos de esta historia. la libertad nunca se ejerció en conjunto. no hubo tiempo, ni oportunidad. ganas sí. nunca un acuerdo. no una cita: un lugar, un día, una hora en común. nunca una coincidencia creada adrede.

lunes, junio 11, 2007

adivine el personaje


quinto año A. 1981. colegio emil friedman.

miércoles, junio 06, 2007

mariana

martes, junio 05, 2007

cierre de RCTV. preguntas.

¿y si todo eso de las marchas y contramarchas no se convierte en una nueva rutina?¿en un nuevo modo de estar? ¿en un modo de ser país? ¿y si ya todos nos acostumbramos a eso, nos adormecemos, cambiamos el canal porque qué fastidio otra marchita más? ¿y si la gente ya deja de ir porque ya la cosa es como demasiado igual, como pasa con las relaciones de pareja muy viejas? ¿y si empiezan a doler los pies? ¿y si, peor aún, está funcionando como entrenamiento, mejor que el gimnasio? ¿o si convivimos con eso, como forma de drenaje, sin que haya otra razón que esa, como una terapia grupal para limpiar impurezas?
Siento, no sé, que todos esos gestos bonitos y pacíficos -los claveles, las rosas, los cuerpos sellando la palabra Libertad en la Cota Mil- no son más que un mensaje sin destinatario. No hay voz porque no hay oídos. Hay prejuicios y desvalor. Entonces ¿no se estará simplemente sirviendo de animal de zoológico, ahí exhibido en una jaula, gruñendo el tigre, saltando el mono, cagando el hipopótamo, sin que su gestualidad no sea más que un espectáculo?


.....

(a veces, en ese blog, veo mi reflejo, y no sé por qué)

sábado, junio 02, 2007

cierre de rctv. ¿cuál felicidad?

en un cafetín de sabana grande en el que venden unas empanadas bolivianas riquísimas, estaba un grupo de gente desayunando, no eran amigos entre sí, pero el país, en algún momento, fue tema de conversación colectiva que los agrupó como colectivo de panas.
un hombre viejo aseguró en voz alta y gritona: "Antes éramos un país feliz y no lo sabíamos". los demás afirmaron su sentencia, todos estaban de acuerdo, como si el hombre hubiera revelado una verdad nacional que desconocíamos. Yo no dije nada, pero no entendí de qué felicidad hablaban. ¿la felicidad de la corrupción? ¿la felicidad de aquel presidente borrachín y su secretaria? ¿la felicidad del barco aquel por el que se pagó sobreprecio altísimo? ¿la felicidad de la inseguridad? ¿la felicidad de la injusticia?
No podíamos ser un país feliz con 80% de pobreza. No podíamos ser un país feliz con no sé cuántos muertos cada fin de semana.
Es decir, tampoco ahora nadamos en ningún mar rojito de felicidad. Sigue la pobreza, siguen las muertes y ahora, además, están instalados la polarización y el odio. Aunque aún contemos chistes, no somos felices. No.

viernes, junio 01, 2007

cierre de rctv. chamos resteados.

estuve con ellos. los vi y hago constar.
el miércoles estuve con los de bachillerato, chamos en camisas beige y azules que entregaron una carta ante Conatel. Chamos que protestaban contentos, esperanzados, pacíficos, cantando el Himno Nacional y lanzando pétalos de rosas a los policías. Chamos que confiesan que antes no habían salido de sus burbujas, chamos bien que podrían quedarse en su casa viendo MTV sin necesidad de exponerse. Chamos con buenas intenciones. Chamos con argumentos de chamos. Chamos sin adultos metiéndoles ideas. Chamos que detestan la política tradicional. Chamos que enorgullecen, por valientes, por venezolanos.
el jueves estuve con los universitarios. muchachos con ideales, muchachos que quieren hacerse oír sin necesidad de taparse las caras y andar tirando bombas molotov. muchachos cultos, formados, a los que cualquier empresa extranjera contrataría sin pensarlo dos veces. muchachos que han vivido ocho años en el chavismo, muchachos que ya ni tienen referentes en ad y copei. muchachos con voz propia, sin líderes adultos detrás.

entonces viene el vicepresidente, Jorge Rodríguez, a tildarlos de manipulados. viene él y otros altos dirigentes chavistas del Ejecutivo y el Legislativo a calificarlos de marionetas, carne de cañón, utilizados. Y entonces yo me pregunto que si Jorge Rodríguez dice eso es que él también fue manipulado por alguien, porque a muy corta edad fue presidente de la Federación de Centros Universitarios de la UCV, y también fueron dirigentes estudiantiles del movimiento 80 Juan Barreto, Elías Jaua, entre otros. Entonces, si ellos dicen que estos muchachitos no piensan, es que ellos tampoco pensaban, porque lo que es igual no es trampa.
Pero no, una, que estudió en la central cuando ellos eran dirigentes, sabe que tenían pensamiento y discurso. Entonces, reconozcan, que estos chamos también tienen pensamiento y discurso. También tienen qué decirle al país. También queremos oírlos.

Y que puedan decir lo que quieran decir. sin amarras. Guste o no guste. Un gobierno "de todos" los invitaría a Palacio, los escucharía, compartiría con ellos los puntos de vista contrarios, negociaría. Aprendería de ellos.

Y no los encerraría.