domingo, abril 16, 2006

la fantasía

es verdad, puedes tener la vida enredada, la vida desbaratada, la vida vuelta leña, la vida puede andar caminando de alante patrás; es verdad, hasta puedes necesitar una bruja que te haga una limpieza con cariaquito morao, puedes dejarte invadir por la tristeza y aferrarte, no a las buenas imágenes que han plenado tu vida, sino sólo a aquellas que te han dolido y dices de pronto, niña -deberías decir mujer-, fueron 16 años perdidos y también dices no, fueron 16 años ganados en hijos, 16 años en los que se han atravesado otras historias, 16 años (en realidad casi 18) en los que siempre te acosaban -te acusaban, te excusaban- las dudas.
y ahora, en un tiempo anónimo que no se puede incluir en esos 16 años pasados (pasadísimos, fuera de contexto) tomas del reino de la fantasía -como siempre, como lo hiciste desde pequeña-pretextos y construyes un mundo. un mundo sólido en su propio absurdo, en su propia inestabilidad, en su total falta de certeza. construyes ese mundo fantástico -y virtual, totalmente virtual, y público, totalmente público, aunque privado, privadísimo- para recuperar simplemente eso, el propio objeto construido: la fantasía como territorio válido, que al menos fabrica, no sé si artificialmente -ya todo es artefacto en este siglo-, el amor, o algún químico parecido, válido por tiempo determinado en su absoluta perfección.

5 comentarios:

EBE dijo...

Pavorosamente cierto, que terrible o debería decir que bueno???

Regina Falange dijo...

"la fantasía como territorio válido"...A veces es la única y mejor forma de vivir

Te abrazo

Anónimo dijo...

...ya lo decía mi abuelita:

"todo depende de pa´donde esté parado el autobús"

Salud

Anónimo dijo...

no te equivocas, equivocada, convoquemos la fantasía.
dibujad corderos... y leed cuantos infantiles

Silmariat, "El Antiguo Hechicero" dijo...

Hocus Pocus!!!