martes, enero 31, 2006

los venezolanos

Iba a titular: los venezolanos somos una mierda. Así. Para tener raiting. Es que nos encanta sentirnos de esa forma, o más bien, más que sentirnos, decirnos de esa forma. Hablarnos de esa manera, calificarnos de ese modo, adjetivarnos así. Nos sentimos grandes menospreciándonos, nos sentimos así más valiosos, más nacionales. Que si no servimos para nada, que si somos flojos, que si bebemos que jode caña, así sí que nos sentimos a gusto, que nos lo digan en la cara, carajo, que no valemos medio, que somos un pueblo sin méritos ni valores. Baste que un venezolano ose decir que en este paisito de porquería (vaya, nos encanta esa descalificación) hay algunos escritores que medio ahí ahí se defienden con la palabra para que salgan a llamarnos ególatras, jalamecates, prendevelitas. Es decir, tenemos que andar diciendo que aquí nada sirve para nada para gozar un puyero todos, para sentirnos grandes y bien de pinga y darnos palmaditas en el hombro: tú sí que eres arrecho, pana, tú escribiste el mejor insulto, te mereces un premio. Y sí, qué bien, mira pues, aquí nadie respeta los semáforos, aquí los fines de semana son de caña, aquí todo el mundo cambia de posición ideológica de acuerdo al quince y último, aquí tutirimundachi monta cachos...¿Vamos bien? ¿por ahí tiene que ir mi discurso para lograr la acogida de los lectores? Ah, bueno, pero para lograr más entusiasmo, tengo que dejar la salvedad que nos enorgullecemos como gentilicio por aquello de las misses que ganan todos los certámenes, las mujeres más bellas del mundo, aunque, oh rayos, ahora como que hay mala racha y no pegan ni una. Ni quiera una missecita internacional, estamos pavosos los venezolanos. ¿Están contentos? ¿cómo les gustamás? ¿pueblo mísero e ignorante? ¿ciudadanía chinga por irse a vivir a Miami? ¿gentío inculto, incivilizado y poco galante? ¿hombres de pinguitas al sol y mujeres que se preñan como salvavidas?... ¿están contentos o sigo? ¿balurdos? ¿violentos? ¿malandros? ¿trepadores? ¿borrachines?
La verdad es que yo prefiero seguir diciendo que tenemos grandes escritores, y grandes artistas y grandes científicos y gente que se levanta temprano y tiene humor y cree en la familia y le echa bolas. Yo lo prefiero así de ideal. Aunque pierda adeptos.

lunes, enero 30, 2006

de evasiones

pienso en quien soy en estos días. todos estos rollos. los que cuento por aquí y los que no cuento. me veo hace dos años y creo que era alguien muy feliz, una mujer muy desenrollada, con una vida chévere, o bueno, con los problemas comunes de quien hace milagros con un quince y último o de quien mira a quien no le mira o de quien no sabe para dónde ir con los carajitos en vacaciones. durante el paro de 2002, para evadir lo que me aterraba, jugué a cartearme con un hombre imposible. era mi modo de despistarme, de deslastrarme de una realidad que me caía en sobrepeso. siempre pensé que sería una buena novela esa historia: nosotros hablando del formato de las orejas, del bienestar de las manos, mientras yo temía que en cualquier momento podía quedarme sin trabajo. hoy me veo y digo: dios, qué complicación. a nadie podría echársele en estos días la vaina de quererme. sería como dejarle tremendo muerto encima al peor enemigo. No sé qué pasó con mi vida. no sé qué me pasó.

literatura venezolana

leo por ahí, en un blog que crearon anti Foro Social Mundial, a Nicotine diciendo: "la literatura venezolana me resulta provinciana casi que por dogma de fe (no puedo ser perfecto)". Reconoce estar prejuiciado y yo más bien, a él -tan brillante, tan buen lector- preferiría calificarlo como desinformado, porque estoy segura que por ese mismo prejuicio no se ha leido ni una cuarta parte de la increible cantidad de joyas de la literatura venezolana. Somos un país de poetas (eso se ha dicho hasta el cansancio), pero también somos un país de grandes narradores, de sesudos ensayistas, de magníficos dramaturgos, de excelentes escritores para niños. Confieso, Nicotine, que antes de meterme en esto de revisar por dentro nuestras letras, yo también me burlaba del llano arquetipal de Gallegos, de la sabiduría montada en las alturas hacia los amigos invisibles de Uslar, de la adjetivación de Díaz Rodríguez, y ahora, fíjate, hasta he redescubierto a estos autores y encuentro que Gallegos y Uslar y Díaz también nos revisaron como país.
Pero te hablo, Nicotine, de otros, de otros que seguramente te gustarían (algunos mucho, mucho) y que seguramente no has leido.
Somos un país de humor y metáforas, de voladura de coco, de adelantos, sí, pero también de mucha discriminación hacia nosotros mismos, por eso nuestra literatura no se promueve internacionalmente, y ni siquiera localmente se la valora. Por eso, Nicotine, gente realmente brillante como tú dice que aquí se produce una mierda. Y a mí eso me da muchísima rabia, porque si nos despreciamos nosotros, qué le dejamos al mundo. Tenemos que aprender mucho de los argentinos, amigo, tenemos que mostrar lo que tenemos.
¿has hecho un recorrido por la literatura del siglo XIX? ¿el humor de los costumbristas, la irreverencia de los modernistas, la mirada hacia adentro de los criollistas? ¿sabes que en 1931 se publicó -al mismo tiempo que Doña Bárbara- una novela de vanguardia, Cubagua, que es precursora antes de Rulfo del realismo mágico y que es realmente una novela sorprendente, adelantadísima para la época? ¿has leido a Pocaterra y sus personajes grotescos de una Caracas que nunca hemos dejado de ser? ¿sabías que Julio Garmendia estaba haciendo realismo fantástico antes de que Borges lo imaginara?
Y de las últimas cuatro décadas en narrativa ¿qué tal Meneses? ¿qué me dices de un libro grande como es País Portátil, de Adriano González León, novela de la violencia y de la ciudad?, y más de lo citadino: Angel Gustavo Infante con Cerrícolas, Ricardo Azuaje con Viste de Verde Nuestra Sombra, el fabuloso narrador de la urbe que es Carlos Noguera con esa increible novela de mil lecturas que es Historias de la Calle Lincoln (te encantará). Y en cuanto a voces de mujer ¿has leido ese libro desgarrador e intenso que es El Diario de Francisca Malabar de Milagros Mata Gil? Y en lo experimental, lúdico y lleno de humor, la Rajatabla de Luis Britto García. Y, por Dios, la hermosura que son todos los textos del gran Francisco Massiani (ídolo de varias generaciones). Y más narradores: Eduardo Liendo, Armando José Sequera, Salvador Garmendia...son muchos. ¡Y los que vienen por ahí! (algunos haciendo andanzas desde los blogs, por cierto)
Y no hablemos de poesía: el gran Eugenio Montejo (demasiado), el maravilloso Rafael Cadenas, el precursor Ramos Sucre, y qué se yo, tantos: Sánchez Peláez, por ejemplo, o Palomares. Esa gran poeta que es Ana Enriqueta Terán y esta otra, Yolanda Pantin. Y en dramaturgia sólo nombro dos por no entrar en honduras: Cabrujas y Chalbaud.
Me quedé corta, seguro que me acordaré de más, pues esta es una revisada rápida antes de enfrascarme con mi tesis.
Claro que hay, como en toda sociedad -no te lo niego, llueven en los cocteles-, los que se venden como los arrechos y no lo son. Pero tenemos grandes, Nicotine, y es maravilloso conocerlos, sentirse orgulloso de ellos y decir que uno es parte de una tradición de grandes escritores, una tradición que hay que seguir -uy, sonó demasiado pomposo esto último-.

Te regalo un poema hermoso de Montejo

Cuerpo lleno de barcos

Cuerpo lleno de barcos,
ojos llamándonos al mar, senos, velámenes,
brazos en nuestros brazos, tumultuosos oleajes...

Noches de lámpara oscilante
con estrellas en la cubierta
y pájaros que pasan.
El temor al olvido que se amontona
detrás de tus pestañas,
el temor al arribo en el próximo puerto
que puede separarnos.

Cuerpo lleno de barcos que se alejan
no sabemos adónde.
El temor al silencio que viene de las islas
y al desamparo de los horizontes
cuando ya no hay adiós sino naufragio.

Eugenio Montejo. PAPIROS AMOROSOS.

sábado, enero 28, 2006

el mal

hoy conocí el mal.
yo, confiada en la vida, y hasta contenta por la recuperación de mi mamá y porque las cosas fluían y el mal me dijo: ey, aquí estoy yo, déjame ocuparme un rato de ti, que necesito dejarte un problemita más para que te distraigas.
y claro, me amargué y lloré magdalenísima y se me puso todo negro, negro, agujero negro que todo se lo come.
y ya, decidí que la vida me va a tratar bien, que mis libros se venderán en europa y que podré vivir de mi obra. tanta intensidad ha de servir para dejar algo bueno al alma y a las letras.
y también ya sé que no cuento con él, aunque me haya hecho creer lo contrario.

los médicos

"resígnese, ella más nunca va a ser la misma", "resígnese, entienda, ella tiene demencia senil". y yo buscaba los antecedentes en mi familia, mi herencia vasca, y nada, puras ancianas ilustres que llegaron lúcidas hasta casi los cien años. me preguntaba por qué mi mamá era la excepción, me culpaba. "quizás la descuidé", pensé, "quizás no la llevé a tiempo al médico" (ella se negaba a ir a un médico), "quizás no la alimenté bien" (yo como, me aseguraba siempre que le hacía mercado ¿o quién crees que se come toda la comida que traes?). pero en fin, resignada y muy muy triste, había conseguido hasta un asilo de viejitos para que la cuidaran. ya pensaba que mamá no me reconocería más. "tendrá algún momento de lucidez pequeño, pero no se engañe, ya ella cambió", insistían los médicos. y no había explicación técnica en las tomografías, ningún evento neurológico reciente, ningun accidente cerebro vascular. "a veces la demencia senil es así, ni avisa". y yo preguntaba, esperanzada, "¿no habrá algún error?", no mijita, casi me decían. me mataron las ilusiones de un trancazo. y yo que me ilusionaba alguito en mi corazón me sentía idiota haciéndolo, me sentía perdida haciéndolo.
pero no. eran los medicamentos. era una excesiva dosis de medicamentos que no necesitaba lo que la había enloquecido. y ella fuerte luchaba contra ellos. menos mal que el geriatra se dio cuenta a tiempo, me mandó eliminar todo el tratamiento. y ahora mi mamá es mi mamá de nuevo. y habla y empieza a caminar y pronto estará de nuevo en su casa (esta vez con una señora que la acompañe) y pronto estará mandándonos a todos de nuevo, como buena vasca.

(estoy monotemática, lo sé, pero este es el último post-descarga sobre el tema, es que me molesta la soberbia de algunos médicos, el saberse dueños de una verdad absoluta que no poseen, que no posee nadie)

viernes, enero 27, 2006

en otro país

Me siento en otro país. No he leido prensa. No he salido de casa sino por aquí mismito. Yo, que tenía credencial del Foro Social Mundial, que hubiera podido disfrutarlo en reseñas y crónicas de ésas que me gusta hacer, de ésas sobre la gente, de ésas que nunca podrían aparecer en televisión o en El Universal, pues me he tenido que quedar de ama de casa y de enfermera y de hija medio ejemplar ahí, medio trastabillada y torpe. Mamá está lúcida, su loquetera de los días anteriores no era más que una dosis excesiva que le habían mandado los doctores. Ahora hay que empezar a ponerla a caminar, a ponerla a hablar. La sacamos un rato por aquí cerca en silla de ruedas, lo que me corroboró que Caracas no está hecha para gente en silla de ruedas, como tampoco está hecha para viejos, ni para niños y no sé si para alguien (salvo el Avila, perfecto en su visual). Vi alguna gente con los carnet del Foro. Y, sí, no lo puedo negar, eché en falta mi trabajo. Yo, que quería tiempo para mí, pues ahora quiero estar de nuevo escribiendo sobre lo que me rodea. Me gusta reseñar mi entorno. Verlo. Mostrarlo en palabras. Creo que es una de las cosas que más me gustan del periodismo. Pero estaré dos semanas más aquí encerrada, cuidando a mamá y aprovechando para terminar la tesis, porque ahora sí estoy contrareloj.
Hoy también me sentí un poco en otro país cuando chateé con un amigo mío y en juego o en verdad o no sé si para que me pusiera roja, me planteó que conociera a alguien que me quería presentar. Me sentí como si me estuviera inscribiendo en una página web de esas de ¿busca pareja? ¿hombre? ¿mujer? ¿alto? ¿bajo? y me di cuenta también que no estoy buscando a nadie o no sé, o si aparece, por favor, que me lo tropiece en la calle, que no avise. Pero no quiero esperar a nadie en un bar, no quiero llenar ninguna planilla, no quiero registrarme.
Estoy como en otro país. Un país alejado de mí misma. Un país donde sí están mis hijos y mi mamá (y los pericos) y la literatura, esas palabras que flotan, esas palabras que están.

jueves, enero 26, 2006

José Gregorio Hernández

Mamá, vasca de sangre y también vasca de carácter -difícil de engatusar, pues-, se enamoró en Venezuela y se enamoró de Venezuela. También creyó en Venezuela. Y se le revitalizó también una religión contra la que se había dado de cabezazos. Ella, un poco fastidiada del exceso de hipocresías y las faltas del catolicismo, alérgica a curas y monjas (las monjas que le estropearon la infancia) se maravilló católica en la fe a un santo local, made in Venezuela. Desde que supo de él, tuvo a José Gregorio Hernández como su santito de cabecera. Ella, que no iba a médicos reales porque enfermaban (y vaya que tenía razón) se encomendaba a José Gregorio y también a las sopitas de pollo, a las frutas criollas, a los baños de playa en Macuto y por qué no, a algunas dosis de jamón serrano de vez en cuando, que, sino, no se es español; que, sino, no se vive.
Iba a visitarlo al cementerio del sur, incluso cuando trasladaron sus restos a la Iglesia de la Candelaria. Ella siempre aseguró que el lugar para verlo y hablar con él y pedirle de verdad tenía que ser el cementerio del sur, porque tenía la plena seguridad -conociendo ya el país que amaba- que todo eso del traslado podía ser un parapeto para la prensa, el cuento chino del altar bonito sin nada adentro. Para ella los huesos estaban en el camposanto y en ningún otro sitio. En todo caso era más sacrificado ir al cementerio del sur -con la hija (o sea yo) a cuestas-, por lo que la visita valía más, era, en el fondo más auténtica, menos cómoda.
Y le pedía por todo, menos por ella (porque ella estaba bien, porque ella era de hierro, supermana), le pedía por la salud de los demás y por los estudios de los niños y por mi trabajo y hasta le pidió cuando hice el concurso de ingreso como docente en la universidad, le pedía por los amigos, por esa familia por allá lejos, en el otro lado del océano. Pero más que pedirle, le hablaba de todo, del país y del presidente que siempre ocupa tiempo en la radio y de lo caro que está el condominio y de su hija y de sus nietos y de sus hazañas de supernietos. Llevaba consigo una estampa de él vestido de negro y un escapulario con su cara y su sombrero. Yo le regalé hace tiempo una figurita con su nuevo look -José Gregorio viste ahora de bata blanca de médico-. Se la traje cuando estaba en la clínica y la besó. Pero después no le hizo mucho caso. Debe estar brava, muy brava, con él en estos días.
Hoy duerme. Un geriatra la vio ayer y le quitó todo el remediero loco que le habían mandado. Dijo que quizás eso es lo que la tiene bobita. Fue dulce este médico. Y no sé, pensé -yo que no creo en nada- que quizás se lo mandó José Gregorio, un poco extrañado porque no le ha visto una nueva sonrisa en estos días. Debe estar muy solo José Gregorio por allá, escuchando rezos y quejas de los demás, pero sin que nadie le cuente las noticias de la radio -ella, enteradísima de todo, más que la hija-, sin que nadie le hable de lo bellos y grandes que están los nietos, sin que nadie le recuerde que tiene que pagar el recibo de la luz.

miércoles, enero 25, 2006

lo que escribí de mi mamá

he querido escribir pero no puedo. ahora ella duerme. pasó la noche en vela. yo también. no sé aún qué hacer, evalúo soluciones. ahora espero por la silla de ruedas y la andadera alquiladas. mientras estoy leyendo mis cosas. en el blog anterior escribí dos textos sobre ella. paso a copiarlos.

miércoles, junio 15, 2005
86 años
Mi mamá cumple hoy 86 años. Sigue teniendo los más hermosos ojos azules del mundo, aunque ahora casi no pueda ver con ellos. Son azul clarito, como cuando no hay ninguna nube. Le da rabia andar en bastón o tener que sujetarse firmemente en mí para salir a la calle, ella que no paraba de caminar sola por media Caracas y el litoral central. Le da rabia no poderse ir en autobús a la playa como hacía hasta el deslave de Vargas.A mi mamá, como dije alguna vez, siempre la conocí con el cabello blanco. Pero hay fotos de ella, a los 20, a los 40, siempre tan guapa. Una mujer perfecta que cargaba sobre sus hombros los dolores de la guerra civil española, un amor desaparecido en la legión extranjera, mucha hambre, mucha desilusión. Un librito negro con poemas de otros. Poemas de muerte la mayoría, pero también poemas sobre España, la siempre mártir. Aún tiene las secuelas de quien ha vivido penurias económicas : No se puede botar comida, jamás; no se deben tener luces prendidas de día; hay que almacenar agua y jabones. En su casa debe haber jabones de los años sesenta. Ya le hice una torta y al mediodía la voy a buscar. Le compramos una radio pequeñita para que la cargue siempre con ella porque tenía otra que se le echó a perder. Le gusta oir radio. Siempre está enterada de las noticias. Parece periodista.Mi mamá cumple hoy 86 años. Y a veces se pone triste. Dice que no quiere que sus nietos la quieran porque no quiere que la lloren. Pero ella sabe que sus dos nietos no pueden dejar de quererla, y mucho, porque ella ha sido una estupenda abuela.

domingo, mayo 08, 2005
Mi mamá
Cuando yo nací mi mamá tenía 45 años, mi papá 64. Fueron siempre -más él que ella- unos padres abuelos. Mi mamá ya tenía el pelo blanco a los 50 (nunca se lo quiso pintar) y me llevaba por la calle y la gente le decía "qué bella su nieta, sacó sus ojos azules". Su nieta hija.Tenía algunas mañas mi mamá. Me llevaba al cementerio del sur. Veíamos las tumbas, la de María Francia que ayuda a los estudiantes de bajas notas (nunca fui una estudiantes de bajas notas, quizás me ayudó ella), la de José Gregorio Hernández, que mi mamá veía santo, un santo venezolano. De algún modo él representaba la santidad que encontró en este país, que la acogió adulta para hacerla mamá. Me llevaba a los velorios. De adultos, de niñitos. Fríos en sus urnas, negras las grandes, blancas y bordadas las chiquitas. "La gente se muere", parecía decirme mi mamá. Quería hacerme fuerte, siempre, ante la muerte. Eran ella y mi papá -lejano- tan viejos. Y sí, me hizo fuerte y gallarda.No sólo eso. Mi mamá me tejía mucha ropa. Abrigos, chales, bufandas. Y me cosía camisas que yo diseñaba. Y me hacía papas fritas y croquetas y milanesa de carne. Y me sacaba a pasear. Y me contaba cuentos inventados por ella. Y me dejó en libertad de ser yo misma. Y me hizo siempre, sobre todas las cosas, saberme querida. Hoy en día mi mamá tiene 85 años y está bien de salud, aunque desde hace 5 años (desde la tragedia de Vargas, desde que no puede montarse en autobús para ir a la playa de Macuto) ya no es la misma. Anda en bastón y casi no sale. Pero sigue teniendo esa fortaleza de señora que ha pasado una vida dura, pero que ha sido honesta. Vive sola y oye todo el día radio. La visitamos o, como hoy, la traemos varios días a dormir a mi casa.Mi mamá estudió poco. En un internado de monjas. Su mamá murió cuando era muy pequeña. No tuvo mamá que imitar, aprendió sola a ser mi mamá. Vivió la guerra. Trabajó en casas de familia. Cuidó niños ajenos. Emigró. Se enamoró. Una historia de amor llena de secretos. Y tuvo a su hija (esta servidora). Esa hija ahora tiene dos hijos. Nunca los ha llevado a un cementerio ni a un velorio. No cree necesario hablarles del final de la vida. Tampoco sabe tejer, ni les hace ropa. Sí les fríe papas. Les cuenta cuentos. Los abraza, les dice que los quiere, que los quiere tanto, tanto.Tres generaciones esta tarde de domingo viendo televisión. La sencillez de la familia.

martes, enero 24, 2006

mamá en casa

salimos ayer de la clínica. mamá está en mi casa. camina agarrada de los brazos de su hija y su nieto fuerte. le cuesta caminar y pesa que jode, y eso que está flaquita. aún no puede comer sola, pero come. desde que ha llegado ha estado lúcida y no ha dicho nada raro. no sé si es esperanzarme demasiado pero creo que los médicos se equivocaron con el diagnóstico y no tiene demencia senil, sólo se está recuperando del trauma vivido. mi mamá estuvo un día y una noche caída en su casa, pues yo la fui a ver al día siguiente y me la encontré en el suelo y llamé una ambulancia y la llevé a emergencias. quizás esa experiencia tan fuerte y la absoluta inhumanidad de las clínicas -así sean costosísimas- fueron los que rompieron de un tajo con su lucidez cuando estaba allá, los médicos no encontraron en las tomografías ninguna señal de ACV o algún evento reciente vascular, por lo que la explicación fue que la demencia, supuestamente latente - pero, no, ella estaba bien hasta ese momento-, se le precipitó de un golpe con lo ocurrido. no sé. ahora estoy con los trámites de buscar una enfermera, comprar medicamentos, alquilar equipos, cambiar pañales, lavar ropa -y no parar de lavar ropa- etc, etc. qué difícil. en estos días me acordé que Carmelo el año pasado, ante toda mi llorantina por lo que ahora me parecen tonterías (coño´e madres, pero tonterías), me decía: mira, chama, tú no sabes lo que es una verdadera tragedia. bueno, chamo, ahora lo sé. pero ahora también sé otra cosa importante: sé quiénes son mis amigos.

domingo, enero 22, 2006

mamá enfermó

vine rápido a casa para buscar cosas y dar de comer a los hijos. mi madrina se quedó con ella en la clínica. mamá enfermó inevitablemente, de una forma violenta y coño de madre para su salud tan perfecta por 86 años. tiene demencia senil. estoy asustada.
un abrazo, creí que algunas personas querrían saberlo.

jueves, enero 19, 2006

el pipí del caballo

lo dijeron el martes los diputados en el debate para el cambio del escudo nacional.
los medios de comunicación lo reseñaron ayer.
dicen que si hay que cambiarle la dirección al caballo, pues también hay que decidir el sexo del susodicho caballo, pues en la actualidad es más hembra que macho y a los asambleístas les preocupa enormemente la hombría del equino, porque quién ha visto una yegua representándonos, todos o casi todos hombres de pelo en pecho.
hay que debatir, entonces, compañeros diputados, sobre el pipí del caballo del escudo.
lo primero es que, no hay duda, es macho. por lo tanto necesita su bojote ahí.
por lo tanto es menester debatir sobre el tamaño del pipí del caballo del escudo.
¿chiquito y cumplidor?, propondrá alguno y todos lo verán con cara de pene minimísimo y de que su mujer le monta cachos. ¿tremendo bulto, símbolo de que aquí todos los hombres tienen para "darle lo suyo" a su primera dama?, seguro que aplaudirán la moción y luego irán a sus casas, le pedirán la regla al hijo que estudia tercer grado y pasarán a medirse su respectivo pipirucho, no vaya a ser que una nueva legislación pese medidas, grosores y largos.
será el tamaño del pipí tema nacional. los medios apelarán a los estudios del hospital Domingo Luciani que dicen que el promedio del macho criollo humano es de 12,5 cms (creo), defenderán el derecho de igualdad que tiene un caballo menos proporcionado y la exclusión que el gobierno de largo turno tiene hacia algunos sectores de este hipódromo que siempre hemos sido. y entonces saldrán las cifras oficiales a rebatir sus mentiras y patrañas. y saldrá la oposición a los pipís grandes a protestar a la calle (¿se atreverá algún hombre venezolano a pertenecer a ese movimiento?). los llamarán pipí chiquito.
y el caballo esperará por la implantación de su simbólico falo. aunque sea de embuste.
porque resulta que era yegua. pero eso se descubrirá por allá en el 2021.

miércoles, enero 18, 2006

la niña buena cuenta hasta 100 y quiere invadir (post de insistencia)

en el país de las invasiones, en el país de las expropiaciones, en el país de las ocho estrellas, en el país del escudo con el caballo que ya no mira pa'trás, esta servidora, natural de este municipio, trabajadora que le ha echado pichón por ya más de veinte años en oficios siempre de servicio público, con varios premios en su haber, sin tilde político, casi cum laude, burda de pana de sus amigos, una tipa chévere, con ese no sé qué, con un par de hijos fabulosos, es decir, una ciudadana correcta, una niña buena, no tendrá dónde vivir a partir de julio de 2005.
Señor alcalde mayor, ¿tengo el target para un apartamentico regalado (en el municipio Chacao, por favor)? ¿me da el permiso de invadir una quintica en el country? ¿puede esta mamita con su par de chamos meterse en cualquiera de esos edificios bellos de ladrillitos que están construyendo en la Castellana?
¿Será que el país siempre fue para un lado y yo para el otro? ¿será que ahora sí que es verdad que me extravié en alguna esquina, que no me monté en el tren que se montaron los demás? es que no sé jalar, no sé tampoco atropellar y no me sobra en la quincena y eso que trabajo que jode. y he sido correctísima siempre. una niña buena. una niña buena en un país en el que pocos respetan el semáforo en rojo, donde muchos dan la vuelta (incluso la vuelta política) en U.
está sola esta niña buena que, como ven, no se pasa de la raya amarilla. esta niña buena que quiere invadir.

Firma: presidenta del comité de invasores que no tienen el guáramo -ni la ética- para echarle piernas. se buscan miembros más lanzados.

martes, enero 17, 2006

la loca del metro

caminábamos al borde del pasillo y lejos de la raya amarilla. dejábamos pasar al bululú de gente. soy de las que huyen al gentío, más si voy acompañada por mi hija, mi princesa. siempre temo un tropezón de alguien, una corredera, algo que pueda provocar un caminar accidentado. por eso los dejo alejarse, los dejo en su apuro, en su estrés. ya la masa subía las escaleras mecánicas y aún caminábamos lento por el pasillo de goma de la estación del metro. sólo una mujer andaba pausadamente delante de nosotras. mi hija y yo hablábamos: ¿qué hay para cenar, mami? ¿me puedo comer el brownie después, mami? entonces la señora que estaba delante se volteó y empezó a gritarme: Camine por la derecha, camine por la derecha, camine por la derecha y yo seguí caminando para alejarme de ella y gritaba gritaba gritaba y parecía que iba a golpearme, los ojos estaban desorbitados, la boca era una mueca furiosa, y de pronto temí que tocara a mi niña, que nos empujara, porque para evadirla estábamos cerca de la raya amarilla, y había algo de soledad en todo eso y nadie, nadie hacía nada. todos subían la escalera mecánica indiferentes a la loca despelucada que hacía como que tenía un palo imaginario y me gritaba y me miraba con odio, con profundo odio, simplemente porque andaba detrás de ella, porque hablaba con mi niña. logré alejarme 3 o 4 metros. subí rapidito con mi hija por la escalera mecánica y nadie, nadie me comentó nada, nadie me dijo: mujer, qué problema, esa loca sigue gritando, gritándole, esa loca parece que la estuviera siguiendo, tranquila la ayudaremos, sino que permanecieron hechos los locos -locos también ellos- como para que la señora no se metiera con ellos sino conmigo y me siguiera insultando, gritando, gritando. yo iba a buscar a algún funcionario del metro para que me acompañara. mi niña, asustada, me pidió que no, que no nos detuviéramos, que siguiéramos rapidito por el torniquete, lejos muy lejos de la raya amarilla. probablemente sintió que nadie nos ayudaría.
...y comimos arepas y después el brownie y ahora vamos a ver Betty la fea.

lunes, enero 16, 2006

aprendiz de invasora

métase en tuinmueble.com, por ejemplo. busque los avisos clasificados de el universal, por ejemplo. vea su recibo quincenal, por ejemplo. ríase. ríase mucho. dicen que es mejor reir. cualquier alquiler en caracas supera con creces, incluso duplica, en estos momentos el sueldo básico, no digo de un obrero, de una recepcionista o de un ofisboi (me encanta castellanizar las gringadas), sino de un médico, de un abogado, de un profesor universitario (jaja, ríase el doble), de un periodista (jajaja), de un escritor (ah, esos no cuentan, los escritores en este país no comen, no existen, viven del aire).
entonces, en vista de la decisión de la alcaldía mayor de expropiar inmuebles para dar viviendas a los que no tienen, en vista de la también decisión de varias centenas de ciudadanos de tomar a su gusto cualquier edificio desocupado que pillen en Caracas, en vista de que tengo que entregar este apartamento en julio y no sé para dónde carajo irme con mi par de hijos convivientes de la clase media y estudiantes ambos de sifrinísimos colegios caraqueños, pues yo he tomado la decisión que convertirme en invasora, en invasora profesional y selectiva, en invasora de inmuebles del municipio Chacao, y para ser más específicos, preferiblemente de Altamira o La Castellana o si acaso Los Palos Grandes. especialmente me gustaría ése, el edificio que está en la parte norte de la plaza Altamira, y tiene forma de arco, y los balcones dan hacia la plaza, donde en las tardes mi hija menor podría andar en patines y yo quizás relajarme y bordar.
comparto con ustedes mi firme deseo de transformarme en aprendiz de invasor I, pero eso sí, haciendo casting del edificio, que debe ser preferiblemente con tres habitaciones, vista bonita, me encantaría un yacuzi (ya dije, me encanta castellanizar las vainas) y, seamos sencillos y modestos, no importa si no tiene estacionamiento porque no tengo carro ni sé manejar.
si invado seré buena vecina. no hago ruido, oigo a Sabina bajitico y ya mis hijos pasaron la edad de corretear por los pasillos. no colgaré ropa en la ventana. no arrojaré basura desde el balcón. tampoco haré mucho escándalo con la mudanza. nos llevaremos sólo los setecientos mil libros, todos, la lavadora porque está nueva, el montononón de ropa, tres colchones, doscientos mil juguetes, la computadora porque estamos todos enviciados, el pendraif (sigo castellanizando, nuevos aportes a la real academia), mi juego de comedor, la tele, el dvd... y las fotos, y los álbumes de fotos, y los cuadernos de apuntes, y los recuerdos del colegio y los adornitos y los CDs y los cuadros y las fotos y las fotos... ah, y las matas y los siete periquitos... y si invado un apartamento de 4 habitaciones -meta ideal- añado a mi mamá...y los libros y los álbumes y la máquina de coser y las fotos, las fotos, las miles de fotos que están en su casa. Bueno, uno de 4 habitaciones en Chacao está bien, porque mi mamá no quiere salir de Chacao.
nos mudaremos en silencio y no saldremos en la prensa. y bueno, si hay que salir, pues seré vocera de invasores, aprenderé a defenderme a palos de la policía, le hablaré gritaíto a la reportera de Globovisión, y si no funciona, colocaré un cartelonón con la figura del Ché, me inscribiré en una de las misiones. entonces de mi invasión no me sacará nadie, tendré estatus de invasora profesional, dejaré de ser aprendiz...
...

busco apartamento en alquiler. preferiblemente en Chacao. No importa que tenga sólo dos habitaciones, qué le vamos a hacer. ahora pago 500 mil, quizás estirándome podría pagar un poco más...y seré libre... pero en Caracas ahora la libertad no baja de millón y medio de bolívares... o se reduce a una invasión.

domingo, enero 15, 2006

comité de censura

El comité de censura de este blog, con poderes plenipotenciarios y autócratas de Aprendiz de Maga, ha decidido pasar a la categoría de borrador los tres últimos post titulados algo así como "Un intento de blogoculebra", "Una historia del siglo pasado" y "Maremágnum de besos", tres post que inauguraban en el país el género de la blogoculebra. Quiero dejar constancia aquí, porque después cualquiera puede andar atribuyéndose la fundación y no. Es Made In esta servidora. La dictadura de este blog ha decidido que mejor lo dejamos así, que vendrán tiempos mejores para contar estas cositas con su toque ramplón y rosa, y espera que ese lector que recién comienza a curiosear por estos lares no haya leido la vainita porque qué pena. La verdad es que La Maga no quiere que pase con ese blog como con el boleroblog, desatador de pasiones y a la vez de malas vibras.
En todo caso, los interesados en recibir prueba de que esos post existieron pueden escribir directamente a magamagamaga@hotmail.com.
Un beso

Mejor hablo de mi decisión firme de convertirme en invasora. Unica solución habitacional posible en una ciudad de mierda, pero con una montaña fabulosa y una luna llena como la de hace dos días.

viernes, enero 13, 2006

las reacciones

Las reacciones ante la posibilidad aún no del todo cierta de que me desnude en la foto colectiva de Tunick:

El hijo: "¿Tú estás loca? ¡yo no te voy a dejar hacer eso!"
La hija: "¡Yo quiero ir! ¡Inscríbeme!"

Eso tiene un antecedente. Hace 4 o 5 años. España. Una playa. El pocote de mujeres haciendo topples. La tentación. Salir de la parte de arriba del bikini. La liberación. Mi hija, entonces de 7 años: "¿Viste, mamá, no es lo máximo?" La cara de culo del varón. "¿Pero hijo no hay montón de mujeres en tetas?". "Sí, pero ellas las tienen feas y tú bonitas", contesta, espléndido, una respuesta como para caerle a besos. "Pero nadie ve, hijo, tranquilo". "No mami, si ven, yo veo".

jueves, enero 12, 2006

la niña más invisible de todo el colegio

no sé por qué dice que me recuerda si yo era la niña más invisible de todo el colegio. no sé si lo dice más bien por protocolo, por decirlo pues, porque se ve que es un tipo cortés, buena gente, educado (claro, estudió en el mismo colegio que yo, que también soy cortés, buena gente, educada, aunque un poquito fuera de control a veces). dice que tiene buena memoria y, entiendo, eso puede ser esa una excelente justificación para recordar a un fantasma, pero la memoria no puede, no sé, creo yo, crearle imagen a la transparencia, darle cara a lo irreal, darle ojos y boca y nariz a esa niña que permanecía escondida, agazapada en lo más oculto del patio del colegio. además, hay que recordar que esa niña no hablaba. si usted ve a esa niña en la foto de algún grado está de primera pero era la más chiquita de todos y se tapaba a ella misma. quizás bajaba la miraba o no sé si cerraba los ojos. si ella no veía a la cámara, la cámara, suponía, tampoco la vería a ella. era la niña que aún no cumplía con el par de tetas requerido en el bachillerato. la niña que salía corriendo cuando tenía que enfrentarse. la niña que sacaba 20 pero que se echaba a llorar si le tocaba hacer una exposición. la niña que dejaba de ser transparente cuando se ponía roja de pies a cabeza si algún muchacho le gustaba y la miraba de frente -de frente porque tenía que pedirle cambio de cinco, o la goma de pegar, o la respuesta a la pregunta número seis-. además, él -ese que dice que la recuerda- era un muchacho de los más grandes, de los que estudiaban en los grados de arriba, de esos -supongo- que tenían novia bonita, cómo iba a recordar a la más invisible, a la más chiquitica, de las niñas del colegio, la que no quería que nadie la viera, la que aún se ampara bajo sobrenombre en un blog.

miércoles, enero 11, 2006

contenta

hoy he estado fundamentalmente contenta. tenía días que no estaba así, riéndome sola. divertida. muchas carcajadas. el día empezó bien con un email de alguien que me quiere apoyar con mi literatura desde Europa. luego me puse a jugar con mi blog, con mi club de fans de Nicotine, y los comentarios del blog me hicieron morir de risa varios ratos en el día. siguió bien cuando fui a Ipostel y eché una carta con un libro para un Dios que es un maestro, una carta a mano, como las antiguas. después me atreví y pedí una semana para la tesis en mi trabajo, una semana de mis días libres, y sí, me dijo que sí y voy a batir record guiness y hacer la tesis en cinco días. la quiero a mi salvadora de días. luego un amigo y yo pasamos por email planificando las diez mil crónicas que algún día haremos para gatopardo, tan amigos como siempre aunque estemos lejos. luego empezó el bochinche con lo del desnudo masivo y no hicimos más que reirnos toda la tarde, imaginándonos el acto en el viaducto, imaginando al jodedor que se roba la ropa de todos, imaginando que nos topamos frente a frente o culito con culito con esa persona que ni de vaina quisiéramos ver en pelotas. luego se me ocurrió mandar un mail con una pregunta y me respondieron y se me revolvió mi infancia, pero bonito, se me revolvió mi colegio y mi grupo de teatro y mi profesora de castellano pero bonito bonito bonito. y llegué en mototaxi a mi clase así como contenta, y yo sentía que vibraba contentura (me lo dirás tú que ahora lees mi blog, qué vaina, no tendré secretos). y en las casas mis niños me abrazaron. aunque siempre mis niños y sus abrazos son una de las partes más bonitas de mi jornada. y sí, hoy lo demostré. hay buenos días. buenos días que uno hace buenos. buenos días que uno decide levantarlos con el pie derecho. hay buenos días.
(aunque ahora tenga que fajarme en la computadora terminando de hacer el trabajo que dejé pendiente, debido a las risas del día, debido a la complejidad del trabajo también. pero eso sí, lo haré contenta porque estoy contenta)

desnudos en Caracas


¡¡¡¡Vamos a encontrarnos en pelotas en Caracas!!!!
El 29 de enero, el fotógrafo Spencer Tunick, va a hacer una de sus famosas fotografías de desnudos multitudinarios.
Inscríbanse, y vamos a construir, en conjunto, el frente equivocado de la foto.
Yo ya me inscribí. Esta es la dirección para llenar los datos.

http://www.maccsi-tunick.com.ve/index.php

club de fans de Nicotine

En reunión de asamblea de los miembros del club de fans de Nicotine, hemos decidido ampliar la convocatoria de selectos integrantes de la junta directiva. Es hora de renovar los cargos, pues ya esta cosa se parece a la federación médica o a la de maestros: siempre las mismas caras, siempre la misma cara, o sea la mía. Como presidenta, tesorera, secretaria, vocal y adjunta de este distinguido club, pongo mi cargo a la orden, ya es hora que las nuevas generaciones asuman su rollo. Eso sí, me dejan ser la presidenta vitalicia, ya saben, la viejita esa que siempre viene a enredar la junta directiva, a pedir informes de lo que no hay, a exigir café marrón oscuro, a botar a las secretarias porque llevan la falda muy corta, a perder la plancha y los lentes y después culpar a las señoras de la limpieza. Esa, pues, la ladilla. Me encanta el papel: los rumores en la espalda, allá viene la vieja ésa a joder. Eso. Y a propósito decirle alguna maldad a los gerentes: qué mal le queda esa corbata, ¿a usted fue el que lo dejó la mujer?, te queda espantoso ese color de pelo. Todo se le pasa a una viejita chocha, que critique, que eructe, que tenga mala memoria y olvide tu nombre, que se babée. Y es que la viejita chocha y ladilla es el poder, mamita, la que paga quince y último, la que te manda.
Dejo en el cargo de presidenta a Color Dorado. Vicepresidente: Rodolfo. A dedo. Porque en este país, por herencia adeca y excelentemente seguida por todos los partidos que han seguido siendo adecos en este país -o sea, todos- aquí toda vaina es a dedo. Entonces que ella a dedo -y él queriendo tumbarle el cargo a ella- también designe a sus demás miembros. A mí me dejan jodiendito con lo del café y que la oficina tenemos que pintarla de azul y que no nos olvidemos de cambiar el filtro de agua. Jodiendito y a la vez dirigiéndolo todo, que tampoco es que voy a soltar el cambur, que esta viejita todavía tiene mucha vaina que echar.
Voy a seguir mandando. Exijo que se le haga a Nicotine un altar igualito al de la virgen de Chiquinquirá en Maracaibo. Un altar proporcional a su tamaño. Exijo que se le dé barra libre en la tasquita de los chinos y en el Cordon Bleu y en el ateneo porque nunca como aquellos cuentos de la tasquita de los chinos, el Cordon Bleu y el ateneo. Exijo que se le aparezca otra AM con tetas de esas de 8 metros que a él le gustan. Si no las tiene, el club tiene fondos disponibles para la operación. Nada como aquellas historias de sus dedos paseando por aquel par de montañas blancas.
Los miembros del club, en reunión plena, acordamos el primer comunicado de la campaña Pro-Nicotine. El texto, de 40 páginas, se resume en dos palabras: "ESCRIBE, CARAJO". Porque si no, nos quedamos sin club, nos quedamos sin miembros y a esto se lo llevó quien lo trajo.
--Café marrón oscuro. Azúcar. Una cucharada. Y bájese esa falda.

lunes, enero 09, 2006

el desorden

no conseguía la franela de gimnasia de mi hijo
tampoco sé dónde está mi cuaderno de apuntes para la clase
tampoco me releí completo el libro y tengo mala memoria, es decir, como si no me lo hubiera leido
debo la tesis y ya el plazo se vence y debo hacer una carta para explicar por qué casi dejé vencer el plazo (¿entenderán las palabras desamor, tristeza, enrollamiento -aunque ya saben a pasado- en la academia?) y todo está en mi computadora allí metido disparejo y a la machimberra, sin ton ni son, lo peor es que está todo, sesudísimo, cual si presentase un doctorado, pero tampoco me acuerdo mucho ya de qué diablos es que estaba escribiendo y lo peor ¿para qué escribir de literatura si está la vida y queda tanto por decir de ella? Entonces uno duda y se vence
tengo que preparar la clase y no sé cómo ni cuándo
tengo que preparar el almuerzo de mañana y tampoco sé cómo ni cuándo
hay un montononón de ropa por lavar, montononón de veras, una montaña de medias y bluyines y franelas y pantaletas
tengo que llevar a la niña al dentista, a mi madre al geriatra, a mí a un internista
hay que empezar con los trámites de los nuevos pasaportes, los que aseguran que la república es bolivariana y no sólo Venezuela
debo buscar el bendito apartamento
debo pagar el alquiler de este bendito apartamento, yo siempre tan puntual me atrasé en todo este comienzo de año
y pagar la luz y el teléfono y los colegios
y lavar los platos y apagar el calentador
y echarle pichón a ese reportaje complejo

en realidad, debo ir a la playa, saltar olas junto a mis hijos, tendernos al sol.

domingo, enero 08, 2006

1.- animales de blogs. 2.- Dios me regaló otro Dios

1.-
Ayer todos creían que Nicotine, Carmelo y yo nos conocíamos como desde hace mil años. Y no, los tres somos producto nacido y desarrollado en el reciente mundo de los blogs. Somos animales de este reino. Fauna virtual que se conoció entre letras y se quiso y mucho, que se armó entre palabras, que se fue sumando en medio de frases. Y también los otros miembros del club, los activos, los que entran y se enganchan, los que desaparecen, los que se mantienen anónimos pero que saben más que todos de esta historia de blogueros. Somos bichos de Internet, pero más que eso, somos una suerte de naturaleza viva sólo cuando es nombrada, gente hecha de sustantivos, de verbos, de adjetivos, ríos de consonantes y vocales que se entrecruzan en la ruta del ciberespacio y que ya se sabe, se hacen imprescindibles. Vernos en persona no es más que la ratificación: somos una raza desarmada de bulla, una tribu más bien de gente que huye a las ovaciones y de cierto convencionalismo falso, que se agrupa en el último rincón de la cueva. Es caliente. Y hay sonrisas.

(por cierto, tengo gripe y creo que fiebre y tengo como mil vainas que leer, mil pruebas que corregir, mil cosas por hacer...se acumuló enero con deudas pendientes de diciembre)

2.-
A ver, ya lo dije, Dios es colombiano. Dios escribe de astronautas, de Einstein -otro Dios-, de dragones. Pero además Dios recomienda a otros dioses, generoso, no quiere ser una entidad única, apuesta por los griegos, dioses multidisciplinarios. Gracias a Dios (¡gracias a Dios!) conocí la poesía del peruano Antonio Cisneros y aunque por ahora sólo la he leído por Internet, pienso que es de los grandes. Una buena página para leer sus cosas es http://www.letras.s5.com/archivocisneros.htm
No se pueden perder el poema de la ballena (el primero que leí), ni el de cómo hacer el amor, ni el de su matrimonio, ni creo que se pueden perder ningún poema de este Dios. Los poetas, ya lo ven, son mis dioses particulares. Son la verdad única del lenguaje. Por eso no soy poeta, demasiado mortal, cúmulo de equívocos, como ya he dicho. Les copio uno de Cisneros, sólo como abreboca.

Cuatro Boleros Maroqueros
Antonio Cisneros
1.-
Con las últimas lluvias te largaste
y entonces yo creí
que para la casa mas aburrida del suburbio
no habría primaveras ni otoños ni inviernos ni veranos.
Pero no.
Las estaciones se cumplieron
como estaban previstas en cualquier almanaque
Y la dueña de la casa y el cartero
no me volvieron a preguntar
por ti.
2.-
Para olvidarme de ti
y no mirarte
miro el viaje de las moscas por el aire
Gran Estilo
Gran Velocidad
Gran Altura.
3.-
Para olvidarte
me agarro al primer tren y salgo al campo
Imposible Y es que tu ausencia
tiene algo de Flora de Fauna de Pic Nic.

4.-
No me aumentaron el sueldo por tu ausencia
sin embargo el frasco de Nescafé me dura el doble
el triple las hojas de afeitar.

Encuentro de blogueros comunicadores con bebé protagonista

Otra vez en la Danubio. No, no recibo porcentaje por atraer clientes. La comodidad más bien. Ah, y el "mus" de guanábana.
Joaco fue. Es decir, Joaco se convirtió en el gran protagonista de la velada. El hermoso bebé de Fedosy llegó y nos enamoró con sus ojos grises y chinos. Joaco es hermoso y despierto y enseguida fue acaparado por el hada, que luego estuvo toda la noche organizándome estrategias para que yo tenga un nuevo bebé.
Eso lo saben los teatreros y los cineastas: no pongas en una obra o en una película un niño de meses porque acaparará todas las miradas, nadie oirá los diálogos, todos se sumarán al regocijo de reirle las risas y angustiarse con los llantos. Bebé Joaco centró sin duda no sólo la atención de sus orgullosos padres sino nuestra atención. Fue el gran protagonista. Incluso hablamos de sopitas, lo juro. Estábamos todos babeados por Joaco. Pero Joaco ni pendiente: jugó toda la tarde con el envoltorio del regalito que le compré.
Pero sí, también hablamos de blogs. Hablamos además de los ausentes, de Kareta que nos embarcó sin querer (escribió que tenía un compromiso inevitable) y eso que era el motivo principal del evento social (snif..¿o será que se asustó?), de Alana que andaba por Choroní, de Protheus y Romrod que no terminaron de confirmar y además viven muy lejos, pero que son superinteresantes y chéveres, de la intriga que causa la verdadera identidad del enigmático Gandica y su cantidad de lectores. Por supuesto, de Nicotine -coño, quien le aguanta el ego-. Lo requirió la nueva presidenta del club de fans, Color Dorado, a lo que la presidenta vitalicia, esta servidora, le dijo que qué va, que ese carajo era ilocalizable y que ni de vaina lo llamaba a casa, no sea que la confundan con alguna ex innombrable. Hablamos de los blogs que nos gustan, los que no, los reales, los de mentiritas y de los famosos con blogs y esa extraña curiosidad de que generalmente los blogs de la gente famosa no enganchan tanto como esos blogs anónimos de escritores que aún no salen a la opinión pública, pero que en Internet tienen full seguidores.
Estaban Rodolfo, más hablador; Luis Carlos, que nunca me dijo cómo me descubrió en mi primer blog (Luis Carlos es una especie de conocedor privilegiado de la blogósfera, se lo sabe todo); Jamsg, a quien conocía de vista y que me sorprendió muy positivamente (aún no sé cuál es tu blog y eso es trampa) y a esa maravilla de chica que es Color Dorado, que escribe tan bien y que por Dios, debe saberlo. Silmariat, que me había llamado en la tarde, les mandó saludos, especialmente a COlor Dorado. Es un diamante en bruto (o algo así) me escribió en un email hablando de ella. Silmariat, también lo dijimos, es una de las personas más dulces de la blogósfera.
Fedosy, su esposa y el bebé estuvieron un ratico. Fue una nota conocer a la familia de ese buen amigo bloguero. Quiero la foto del hada con JOaco. Después nos quedamos puros comunicadores y debatimos temas muy centrados en el poco uso que le dan los medios de comunicación venezolanos a los blogs, porque aún no comprenden el fenómeno. Blogs de periodistas hay unos cuantos, sólo que algunos no son verdaderos blogs, sino recopilaciones de artículos nuevos o viejos y cosas así. Y hablamos de Hernán Casciari y su blogonovela. Y de todo el lío de mi primer blog. Y de los voyeuristas, como cierta amiga de Luis Carlos y mía a la que no le perdonamos que no vaya a una nueva reunión: requerimos la visión de un voyeur de todo este rollo.
Y nos despedimos temprano. Y después los más chamos se fueron a una tasca y como leo en el blog de Rodolfo, la cosa buena se puso después allí, con confesiones y demás. Como que me anoto, pues, en un próximo encuentro con birras.

sábado, enero 07, 2006

un mototaxista por la carretera vieja

Tuve que montarme en mototaxi. Demasiada cola, me dijeron, no hay otro remedio. Ida y vuelta por la carretera vieja Caracas-La Guaira. 90 mil bolívares. Fui a buscarlo por el centro. Se dispuso espléndido: soy suyo, jefa, lo que usted quiera. Y le pedí el casco. Ya me estaba doliendo la espalda de antes, pero qué se va a hacer, es el trabajo. El trabajo puede implicar 5 horas en una moto. Y una espalda medio quebrada hoy.
El estaba feliz. Vibrando, pues. Lo que usted quiera y hasta la hora que quiera, repetía. Supongo que eran los 90 mil bolos, las 90 lucas para ser más exactos. El mototaxista jugaba, además, a ser periodista. Hablaba con todos, preguntaba, se metía donde no debía y donde sí. Era además del todo popular, saludaba a los tipos de los camiones, al que vendía cigarrillos, les miraba el culo a las muchachas que iban de parrilleras en las otras motos. Se va a caer, lo tiene muy grande ¿o no?, me decía cómplice. Yo me malandrizaba a medida que transcurría su monólogo de 5 horas. Esa es mi casa, me contó mostrándome allá a lo lejos, por Gramoven, un montón de viviendas sin frisar. Esa, la del tanque blanco. Es grande, le comenté. Sí, burda.
Me contó que era mototaxista y policía. Policía de quince y último, 16 años de servicio, mototaxista en sus ratos libres desde hace 5 años. "Nos dejan, muchos policías también manejamos mototaxis", contaba feliz. Se puso el carnet de un cuerpo policial. Para que no nos paren, aseguró, aunque era más que eso, era la bomba de tener un carnet de policía. Saludaba a los otros uniformados de pana y todo. SIn duda, era popular.
Me habló de los hijos. 4. De 3 mujeres. Estaba orgulloso. Se reía. Puros varones los hijos. Busca la hembra. Me quedaré con la mujer que me dé la hembrita, sonreía pícaro. Pero qué va, me salen puros varones, es que soy un toro cuando estoy con una mujer. La sonrisa se amplía. Está feliz de ser varón. Si me pongo una falda a lo mejor me sale niña. Machista, pienso. Qué va, ni de vaina me la pongo, contesta a ninguna pregunta.
Hacía frío. Ofreció la chaqueta o no sé si que me apretujara a él. COmentó de sus incursiones a la playa en moto y por esa carretera. Tú vas con tu novia, ves, y aquí se te aprieta sabrosito y empieza a darte besitos y está el monte y a lo mejor no llegas a la playa, relata. Claro, pana, del carajo, llegué a asomar.
Se detuvo a ver el mar, el aeropuerto, los aviones. Como un niño con el cigarro en la mano. Va a despegar, y le brillaban los ojos. Ese es de American Irlen (o algo así). ¿Quieres ir? Qué va, que voy a hacer yo tan lejos. Seguro que no cambia su vida por nada, sentí. El barrio, las jevas, la moto, la picardía, el sexo. ¿Te gustan los aviones? Pero no me monto en ellos, una novia me invitó una vez y yo le dije, tú te vas por avión y yo por la bandera y nos vemos allá.
Ese avión, me dijo, es mi papá. Y no pregunté. Intuí, por sus ojos nublados, que esa metáfora no me la iba a explicar. Claro, empezó a reir de nuevo rapidito y se dispuso al trabajo. Usted manda, jefa.

Después lo vi, cuando yo salía del trabajo. Se estaba cortando el pelo en una barbería del centro. Hablaba por celular. Se le veía magnate con sus 90 lucas. Tremendo día. Que sigan llegando clientes así. Que viva el cierre del viaducto.

miércoles, enero 04, 2006

Cena de equivocados ¿sí o no?

Equivocados ¿hacemos la cena el viernes? Color Dorado confirmó, Alana y Fedosy arrugaron (tienen compromisos), no sé nada de Nicotine, ni de Pointdx, ni de Cari ni de Romrod ni de Luis Carlos ni de Rodolfo -que puede venir acompañado por esta amiga que tengo como mil años sin ver-. Ebe, Procer y Dr. Protheus están lejos, no sé si pueden ponerse de acuerdo y venir algún día a Caracas. Y a mí, de verdad, me encantaría conocer a Gandica y a JorgeLetralia. Por otra parte los interesados también se pueden anexar a este otro evento social: Kareta dijo que ella podía reunirse en algún lado -yo propuse el municipio Chacao con sus centros comerciales sifrinitos-, y ya habló con Lunita, el sábado (puede ser otra reunión más del club) .

lunes, enero 02, 2006

mi experiencia como bloguera

Acabo de ver que llegó el lector número 10 mil de éste, el segundo blog que he creado en menos de un año. Una amiga me dijo hoy que cónchole, que hablo de otros blogueros, que cuento las experiencias de esos otros en su relación con este medio y que no digo nada de mí publicamente, que no utilizo aquel otro medio, el impreso, para contar la locura que ha sido este año de bloguera, mejor aún, la gran experiencia -en medio de toda la locura- que ha sido escribir mi diario público, hacer amigos por aquí, haber sido descubierta por unos cuantos también por aquí, haber producido algún que otro enredo, algún que otro desagrado; haber sido querida y también criticada y también (y también) amenazada. Por aquí además apareció un abogado al que llamé una vez y luego no llamé más, apareció un médico a través de otra médico al que fui y me tranquilizó, apareció una maravillosa psicoanalista que fue uno de mis mejores logros de sobrevivencia al 2005, aparecieron mis buenísimos amigos Carmelo, Nicotine, Silmariat, Fedosy, Color Dorado, la chica verde, y de verdad tantos otros. Y apareció un amor que creo que duró una semana y que mejor no se cuenta mucho públicamente pero que fue bonito mientras duró -más o menos tres o cuatro días de agosto- ¿pero quién ha dicho que las historias de amor tienen cronómetro? Pero además, y es lo interesante, reapareció una escritura mía que estaba dormida, tan dedicada que estaba a mis otras escrituras. Una escritura adulta e íntima que había dejado en stand by mientras mi vida transcurría usando la palabra como medio de vida y también como medio de creación y también como producto intelectual y académico, pero olvidándome de esa palabra que te quema, que te arranca pedazos del cuerpo mientras tecleas. Tantos usos de la palabra, pero dejando pasar los años posponiendo esa otra palabra, la más agazapada y quizás, la más verdadera.
Yo usé mi primer blog para descargar un dolor que tenía dentro (así, fue la decisión de un día y seguí y no paré) y que ya, sin intervención divina -puro trabajo diario de hormiguita- pasó o creo que pasó -el dolor agudo, no las consecuencias del dolor-. Pero a la vez, para mí también empezó a hacerse importante, e incluso a ser más importante, el reencuentro con mi propias palabras, con mi propio estilo y luego éste en relación con el otro, el lector, que empezaba a convertirse en un termómetro y más que eso en una suerte de consciencia de lo que escribía. La interrelación le producía por una parte muchísimo bien a mi alma picada en pedacitos y metida en una bolsa negra, y por otra parte me retaba al regusto por el lenguaje, a inventar vainas, a jugar con lo literario pero, eso sí, desde un punto de vista muy lúdico, muy natural y muy sin pretensiones. Escribía para hacerme reir a mí misma, para quererme. Escribía para mí -fundamentalmente para mí-, como en mis diarios de niña y adolescencia, pero con la gran ventaja de que ese otro que intuía en mis diarios infantiles que algún día me leería y me entendería, estaba allí, al otro lado de la pantalla. Y ese otro de alguna forma era espectador, pero un espectador que intervenía, que formaba parte del espectáculo de mi dolor y mis palabras.
Eso es parte de lo que quería decir de mi historia de bloguera. Hoy en día siento que tengo un medio de expresión inmediato, que me llama a escribir casi diariamente y que de alguna forma me produce retos, o al menos me da una libertad buenísima para hacer lo que se me venga en gana, y me regala gente buenísima que mágicamente llega a este espacio.
Anímense, escriban su historia de blogueros.

lluvia

Llueve en Caracas. LLUEVE en Caracas, es mejor decir, en mayúsculas y negritas. LLueve también en el litoral central y en Miranda. Llueve. Y con la lluvia viene lo que ya parecemos conocernos de memoria los caraqueños: la vulnerabilidad de nuestra ciudad, esa fantasía de metrópoli disfrazada sobre una ratonera.
Se desbordaron las quebradas Agua de Maiz y San Bernardino, se inundaron partes de Vargas y también en Guarenas y Guatire parece haber problemas. Ya se reportaron los primeros damnificados. La misma historia contada cien veces. El aguacero viene y Caracas sin paraguas. Este caos de urbe que juega a maquillarse de dama y tiene las pantaletas rotas.

la lista de 2006

1.-el amor, con toda la maleta llena de amorosidad, de sensualidad, de sexualidad, de mucha sexualidad, de solidaridad, de amistad y de verdad, de mucha verdad.
2.-el apartamento (me tengo que ir de éste)
3.-el viaje largo con los hijos (a Europa, que nos lo merecemos)
4.-el premio que me aguarda -sí-
5.-las publicaciones, que ya es hora del tercero, del cuarto, del quinto libro...
6.-la salud de todos
7.-menos diarismo y más creatividad e investigación en el trabajo
8.-la tesis -febrero máximo-
9.-la amistad, siempre