jueves, agosto 30, 2007

todo pasa

y de pronto algo, como el fantasma aplomado y justo de la lucidez, te hace entender que en la vida todo pasa, y así uno se tropiece con la misma piedra 118 veces, hay que andar, aunque uno no sea un 4 x 4 todoterreno, y brinque y vuelva trizas los amortiguadores. Si uno se metió por ese camino de tierra, hay que salirse de él, que ya vendrá la autopista.

miércoles, agosto 29, 2007

un cuarto con un enchufe

en algún momento (o siempre) mi primer blog fue un reality show. unos lo cobijaron, otros lo odiaron, otros se burlaron de él, otros me apoyaron, otros me quisieron muchísimo, otros chismearon. en fin, como lo burdo, dio para todo.
en este justo momento mi vida es un reality show de los horrorosos, pero de los horrorosos de verdaíta, no es un chiste, es como esos programas mayameros donde sale la mujer esa ¿cómo se llama?, Cristina, poniendo a pelearse a parejas de peruanos porque él le montó cachos con el papá de ella, o porque él la encontró en la cama con su abuela mientras el niño menor filmaba la escena para montarla en you tube. pero no me expondré más al escarnio público. sólo escribo esto por si alguien sabe de algún sitio a donde me pueda ir, una semana quizás, con una laptop que me voy a comprar, a olvidarme de todo y terminar mi tesis porque sino -para colmo- me van a botar de la universidad. (ya una vez dejé de escribir por culpa de lo mismo). necesito un cuarto en una casa de pueblo. un cuarto con un enchufe y pan de jamón como el chavo y agua. nunca he pedido ayuda por esta vía, pero como he conocido a gente tan maravillosa, creo que en esta oportunidad debo pegar un grito por acá.
favor escribir a magamagamaga@hotmail.com

jueves, agosto 23, 2007

filosofìa barata

en playa el agua, la orilla del mar està llena de algas. no una, no pocas, miles de algas que se te enredan en los pies, que te arañan las piernas, que se te meten en las tiras del bikini. muchos -como mi hijo- no entran al mar por repulsiòn a las algas.
como mi hija y yo amamos el mar y ella va a ser biòloga marina cuando sea mayor, sí nos metemos en el agua caliente. sorteamos las millones de asquerosìsimas algas que quieren babosearnos todas. y llegamos a lo hondo. con las olas. con un mar claro y limpio. pero cuando estamos allì mi hija piensa en lo que serà el camino de regreso y deja por un instante de disfrutar del placer de saltar olas. entonces yo me pongo mamà filosòfica y le digo que entrar en el mar y dejarnos toquetear por el millar de algas morbosas fue el pasado. y que lo atravesamos con la ilusiòn de ese presente que estàbamos viviendo, ese mar abierto y libre para nosotras dos. pero que si se ponìa a pensar en las algas del futuro entonces no iba a disfrutar de ese presente sabroso, limpio, perfecto, con esas olas inmensas que nos retaban. y ella entendiò y disfrutò del mar y de las olas. y despuès, el camino de regreso tampoco resultò tan amargo, porque ya nadar entre algas eran pan comido.
esas son las cosas de la filosofìa barata que uno dice (y hay hasta quienes escriben libros de autoayuda y se hacen ricos con eso), pero que uno no aplica en la vida.
aunque hoy lo apliquè. vivì el presente. el mar.

miércoles, agosto 22, 2007

en la piscina

en la piscina salvo a un insecto de morir ahogado. al rato mi hija empieza a pensar sobre el amor y me dice que le parece imposible que los animales no se enamoren, que actùen sòlo por instinto. señala a ese insecto que acaba de vivir (y que "tiene toda una vida por delante") y lo imagina amando a su insecta, recuerda a los pericos allà en la casa.
le pregunto entonces què es el amor para ella. y no duda: que a mi perico le parezca que el pico de la perica es el más bello, y las plumas, y las paticas, que él sienta que la perica es la perica más hermosa del mundo.
y ojalá asì fuera la cosa, incluso con los humanos.

jueves, agosto 16, 2007

otros dos sueños vacacionales -antes de volar a Margarita el lunes-

1.-la cabeza disecada de un lobo con la boca abierta. La muerte que a veces es tan vida.

2.-un espantapájaros es atravesado por un enorme proyectil que llega desde lo alto y que divide en dos su tronco de madera. arde la paja de la que está relleno. (probablemente un hombre de hojalata llora del hombro de un león valeroso, pero eso no lo soñé, eso lo pensé después, intertextual)

martes, agosto 14, 2007

salir

es verdad. llevo como tres meses sin escribir. llevo tiempo también sin preocuparme de ponerme ladilla hasta que me publiquen mi novela aprobada por dos editoriales. sin preocuparme de reunir los cuentos, titularlos y mandarlos a esa otra casa editorial que me abrió hace un año las puertas. sin preocuparme de recopilar esas otras cosas y mandarlas a un concurso. al fin y al cabo, son mis textos lo único que me importa. MIS HIJOS -por sobre todo- y mis textos y yo en mí y en ellos.
pero la verdad es que llevo tres meses sin preocuparme de mí tampoco. y lo que es peor, sin preocuparme de que no me preocupo. pasé dos años en los que lloré mucho (ya no lloro, ya eso se me olvidó). un día amanecí flaquísima, flaquísima y la gente pensaba que era dieta,pero no, fue el dolor. el dolor, la humillación, la pérdida, la desconfianza. el abrir los ojos. después me fui recuperando, tomé energías y avancé. no hasta el punto de enamorarme de alguien, aún no llegué a eso, pero sí de desenamorarme, de desilusionarme, de recoger el trapito que era yo y hacer vida de nuevo. hacer vida era muy simple. se reducía a sobrevivir muy dignamente con el sueldito -y a matar simpáticos tigres-, a subir al ávila con mi chama, a comer en un restaurant de vez en cuando con mi chamo y mi chama, a sentirme orgullosísima cuando él salió en la carrera que quería, a ser muy feliz cuando ella ganó un premio, a nadar en el mar, a salir con las amigas y los amigos, a leer, a dar clases, a estudiar, a empezar a pintarme los labios de rosa muy claro, a reconocer gente honesta, a planificar alguno que otro viaje, a reencontrarme con una escritura mía que había dejado suspendida en algún momento. y de pronto, a principios de año, quizás en marzo o abril, algo pasó, me dije diablos salí. diablos salí. puedo. y salí. y en la salida se me ha revuelto la infancia y la adolescencia con su soledad y sus injusticias y sus miedos y sus culpas. pero sí logré salir. por pocos días, vi que había otra vida, otra luz, que todo había pasado, que de la rutina tranquila debía saltar a otra historia. ¿qué quería yo? una historia que fuera bonita porque fuese sincera. una historia de verdad, como la que tiene toda la gente que conozco. sin monstruosidades ni malabarismos ni sadismos ni masoquismos ni perversiones ni mentiras, sobre todo sin mentiras.
pero entonces me cerraron la salida. y yo me dejé, a sabiendas. tú no sales, mija, que aquí adentro en este barrial, en este basurero, en este foso, es que se goza, cará. la serpiente que se muerde la cola.
esta noche nuevamente abro la puerta porque sé que esta vez -sin llanto- sí voy a salir.

lunes, agosto 13, 2007

dos sueños en vacaciones

estoy de vacaciones. he salido. seguiré saliendo luego al mar. leeré como una adicta. nadaré también como una adicta.

anoche tuve dos sueños:

el primer sueño era una tortuga. no yo. no era yo la tortuga. había una tortuga pues en ese sueño. una tortuga verde sola en la escena. y su caparazón empezó a resplandecer y a volverse de un acero brillante. parecía que sobre la tortuga hubiese aterrizado un platillo volador. no era una concha natural, sino fría y metálica. pero de pronto se comenzó a derretir, y el metal fundido corrió fuera del plano. la tortuga se quedó sin caparazón. desnuda. expuesta.

el segundo sueño ocurre en un laberinto. y ahí sí estaba yo. estaba perdida dentro de él. entonces encuentro una serpiente. pero no una serpientica simple de esas que exhiben en el parque del este. no. era una serpiente enorme, de esas que refieren en las mitologías. serpientes gordas y largas y cabezonas. una serpiente como un dragón chino. así era. como estaba perdida en el laberinto y no sabía hacia donde ir, tuve una gran idea. si yo estaba en la punta de la cabeza de la enorme serpiente, la podía tomar como guía y avanzar en el laberinto: la cola me indicaría la salida. así lo hice. y llegué al final.
pero era una de esas serpientes que se muerden la cola.

los sueños, sueños son.