A Sabina, por supuesto, y a los defensores de Sabina también, aunque se hayan retirado a vivir a Plutón
Advierto: si viene a Venezuela, entraré al hotel, pediré el número de su habitación -privilegios de la prensa-, convenceré a alguna señora de la limpieza para que me abra la puerta del cuarto (lo amo, doñita, entienda, ¿nunca amó? A que convenzo a cualquiera con ese argumento, aunque no sea tan verdad, que yo el "te amo" no lo ando lanzando por ahí a los cuatro vientos, que creo en la palabra "te amo" y no la malgasto cuando se puede decir honestamente "te quiero" o "me gustas") y lo esperaré, así, espléndida, desnuda (no mejor, desnuda, pero bajo las sábanas, bajo el cubrecama, o quizás en pantaleticas -para justificar el título del post-), espero que bronceada -ya se me quito el baño dorado-, y asustadísima, claro, eso no podía faltar, que tampoco es que soy tan volada.
Sabina es humano. Eso es lo primero que nos une. Humano y no Dios. Y se regodea en eso. En su imperfección, que nos muestra la nuestra. Es un enamorado del amor, un enamorado de enamorarse, que es el estado más ciego, más inconsciente, más irresponsable, más infantil y por lo tanto el mejor para escribirle unos versos. Sabina tiene humor y se ríe de sí mismo, y se vuelve a reir de sus equivocaciones y destrozos. Sabina es un excesivo, en el amor, en la caña (coño, yo ahí no), en la vida. Sabina gana y pierde -sobre todo pierde- y lo anuncia en metáforas, a sabiendas que no es el único. Se entrega -y vaya- con un solo mandamiento: ser de verdad hasta en la mentira. Chavela Vargas se lo dice: "Me gustaste por sincero, me dijiste que me fuera para el carajo".
Conocí a Sabina -no personalmente, me desmayo- cuando nadie lo conocía en Venezuela. Una prima de España me mandó un cassette (no, no había CDs, mis hijos se reirán si leen esto) con varias canciones y no me podía creer que existiera un tipo que había escrito cosas como Calle Melancolía, Juana La Loca o el hermoso homenaje a Madrid (amo Madrid, aunque me prohiba a mí misma decir amo). Lo oía día y noche y en algún momento se jodió el cassette. Años después pude comprar sus canciones precisamente en Madrid y sí, en CD.
Sus canciones me gustan todas, pero siempre hay unas que oigo y ya está, y me gustan y ya está, pero hay otras que se me metieron en los huesos y no hay manera, son un virus. A mis hijos, por cierto, ya les pegué la enfermedad Sabina.
Nombrar canciones será un compromiso, porque lo sé, lo sabemos, soy desmemoriada y siempre, siempre, me quedará alguna colgando. Bueno, pero una de mis canciones más cercanas es la de la Magdalen, esa, la de "la más señora de las putas, la más puta de las señoras", pero hay otras que no me canso de repetir como Contigo "y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren" o Y nos dieron las diez "y nos dieron las diez y las once, las doce, la una, las dos y las tres..." Y por supuesto, 19 días y 500 noches, Y sin embargo, Que se llama soledad, Noches de boda, Donde habita el olvido, Quién me ha robado el mes de abril. Y por supuesto, por supuesto, mil veces por supuesto, Peor para el Sol "que se acuesta a las 6 en la cuna del mar a roncar mientras un servidor le levanta la falda a la luna". Y claro que La del Pirata Cojo, que cantan mis chamos como un himno, "pero si me dan a elegir entre todas las vidas yo escojo la del pirata cojo con pata de palo, con parche en el ojo, con cara de malo". Y también Amor se llama el juego "en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño", y La Orilla de la Chimenea, Así Estoy Yo Sin Ti, La Canción de los Buenos Borrachos. Y pare ya, dejo a Sabina hablar -para que lo adoren, que yo soy generosa con mis amores- en algunas frases sueltas de sus canciones:
"Ya no sueña ese niño que soñó que escribía..."
"El vals de la tristeza más triste del mundo..."
"Lo nuestro duró lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks"
"Esta vez yo quería quererla a querer y ella no..."
"yo quería dormir contigo y tú no querías dormir sola..."
"ahora que hemos sabido querernos como es debido sin querernos todavía"
"y la besé otra vez, pero ya no era ayer sino mañana"
"y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido"
"este hacerse mayor sin delicadeza"
"o tal vez ese viento que te arranca del aburrimiento y te deja abrazada una duda en mitad de la calle y desnuda"
"que todas las noches sean noches de boda, que todas las lunas sean lunas de miel"
"que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena".
"estas ganas de nada menos de ti"
etc., etc., etc.
(Publicidad: Sigo a media luz en la casa, hay que avisarle a Sabina)
(Por cierto, ando de borrón -la memoria tiene una gran capacidad de autosanación gracias al olvido-, aunque sin cuenta nueva, más bien revisando las tablas de multiplicar, porque aunque uno cree que se las sabe, siempre hay un siete por ocho que hace dudar).
(Los cambios en la plantilla, la inclusión ahí de la gente querida -se los debía- lo hice gracias a la asesoría técnica de Romrod vía email y también a que tengo que quedarme hoy hasta tarde en mi trabajo y sin oficio. Ahora parapetearé mi escritorio real (es un rancho), que ya medio arreglé el virtual)
sábado, octubre 08, 2005
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6 comentarios:
Maga, búscate una película de Santiago Segura llamada Isi-Disi, encontrarás a Sabina cantándole a las pantaleticas... y como buen Sabina, robándole la chica al protagonista.
También recomendable su versión junto a Segura de "Sigo siendo el Rey", banda sonora de la película Torrente 2: Misión en Marbella.
Un abrazo con melodía de Olivetti.
que puteria con sabina, sabina esto, sabina lo otro, me tienen hasta el culo!!!
Hola! Coincido totalmente contigo Maga, Sabina es genial ademas de devastadoramente sincero, eso me encanta! Y 'quien me ha robado el mes de abril' es una de mis canciones favoritas de todos los tiempos!
Saluditos desde aca!
El señor Martínez, El Sabina...
Una vez hablé con él en, dónde más, Madrid.
Tres horas que fueron tres segundos.
La vida, ha sido generosa conmigo y ser Hechicero ayuda.
Maga, si tienes la oportunidad…, no la pierdas. Hablar con él –cuando está de buen humor o sin humor- es toda una experiencia.
Maga, un día me comentaste que te parecía gracioso identificar ciertas coincidencias al leer mis blogs con las que cosas que tú terminabas haciendo. Ahorita soy yo la que identifico esto. Cuando estaba en el liceo, la gente sufría escuchándome cantar "Quién me ha robado el mes de abril". Para mí era un himno, un deleite; mientras que ellos oían y bailaban salsa ero yo me escudaba en Sabina.
Alguna letra de Sabina le ha tocado a todo el mundo la vida. O la vida es como una letra de Sabina.
Abrazos!
Yo también he hablado con él, tres veces, una de ellas una entrevista... Qué decir de Sabina, bueno yo lo veo más como un ser humano... con una tremenda neurosis, con poderosas adicciones y una poderosa sensibilidad... Pero cantar no es que cante, músico lo que se dice músico, bueno, si no fuera por ese giro mexicano que se ha metido huyendo del rictus de Dylan, bueno... y sus letras tampoco me chiflan... pero él le ha dado a Madrid mucho, muy mucho con su troba y su despecho... lo que pasa, no sé, creo que es que no admiro a nadie o que simplemente no me gusta.
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