sábado, mayo 06, 2006

Ventana

Nada se ve desde las ventanas de mi casa. No hay paisaje posible, como si no existiese ciudad. Y lo lamento porque tampoco hay cielo –apenas hay un retacito de cielo que exhibe la lluvia- ni hay montaña. Sólo una pared sin frisar responde a la mirada desde la ventana principal. Atrás están los otros apartamentos, con sus cuentas, con sus ruidos, con sus guisos y con sus refritos. Quizás por eso miramos tanto hacia adentro. He ahí la razón de tantas fotos, tantos cuadros, tantos adornitos de madera, tantos libros, tantos discos, tantas películas, tantos álbumes de familia, tanto perol. Armamos nuestro hábitat en este espejo. Miramos en primera persona del plural. Miramos hacia nosotros.

10 comentarios:

Carmelo Lattassa dijo...

En mi casa si hay cielo, un poco, un poquito pues, todo lo que se puede ver desde un tercer piso... También al pie de la ventana de mi despacho contemplo los enormes rascacielos que modificarán para siempre el aspecto de la ciudad... pero pana, lo que más me importa pasa abajo, en la calle, un montón de niños de diferentes nacionalidades y etnias juagando y echando vaina que da gusto y rayando las paredes y riendo, riendo, riendo... ese montón de carajitos me hacen feliz... verdaderamente feliz.

Anónimo dijo...

y lo que hay dentro de tí, es hermoso, brillante y valioso.....desde las nubes, en mi avión...te mando un beso y muchas buenas vibras, TQM

Gino Di Fazio dijo...

...y hay tanto temor de ver hacia adentro...nos aterra descubrirnos distintos, contrarios a la imagene que refleja el espejo.

NOTA: excelente blog, pasaré mas a menudo por aqui.
Mis casas:
www.ginodifazio.blogspot.com
www.flickr.com/photos/ginotto/

Unknown dijo...

y es que hacia adentro esta lo importante...recuerdas lo del principito ..lo esencial es invisible a los ojos, mas o menos ocurre eso con nuestros hogares

Silmariat, "El Antiguo Hechicero" dijo...

De un lado tengo un “Hostel” –así se llama- con gente de paso y un largo muro -de entre 8 a 7 pisos- de edificios helvéticamente amontonados, que me muestran su intimidad, de vez en cuando, en ésta Ginebra que se ducha de primavera.
Del otro, en la ventana de mi habitación, los rieles de la muy próxima estación de trenes, que me canta y me arrulla todo el tiempo.
En ambos lado, mucho cielo –ya vi el primer arcoiris del año-

Como verás, en ambas partes me enseñan lo efímera que es la vida.

Gente que viene, gente que va, gente a las cuales veo, gente que se me pierde, gente de las cuales aprendo, gente que llevo a mi interior y ellas al suyo, gente que le abro mi casa de par en par, gente que les muestro mi mundo y para que jueguen dentro de mí y yo dentro de ellos.

Pues, he aprendido que la vida es eso, un juego y hay que jugarlo con una sonrisa.

Todo lo mejor para ti.

Regina Falange dijo...

Arjona lo dice, a veces uno se preocupa mucho por las nubes y se olvida del suelo, y de saber que nuestra propia casa es la sucursal del cielo..

Y acotaría esta española, Roxana, que "lo que más vale en el mundo no se compra con dinero".

Pero nada cómo tú ese, tu mucho paraíso, tu paraíso entre cuatro paredes, la visión con el equilibrio perfecto entre humano y divino. Lo de afuera es accesorio, lo que vale son todos esos ojos, y esas manos, y esos pies que se miran, se acarician y corren cuando les corresponde. Tu casa, tu gente y esos recuerdos que son tu patria.

Abrazos dorados!

Regina Falange dijo...

Fe de erratas: Nada cómo tú describes (faltó en el tercer párrafo)

Más abrazos

Naky Soto dijo...

Mi casa es como pa' vouyeurs... con esa irracionalidad de la arquitectura de los 70's, unos frente a otros en una convivencia a juro, pero a la que te adaptas así sea a disgusto...

Donde hubo verde hoy hay zinc...
Donde hubo muchachitos en bicicleta hoy hay mototaxis a 120...
Donde había gente transitando hoy hay neuróticos ansiando cerrar con tres candados cada una de las puertas de su intimidad...

¡Pero sí hay cielo! ¡y bien bonito que me resulta! Hoy justamente alguien me recordó a Orión, trayéndome con su conjunto un trancazo de recuerdos bonitos. Nadie me arrebata el cielo y ya tengo a unos vecinos más o menos entrenados para mis exhibiciones pre y post baño, porque me resisto a involucionar en aquello de la superación de mis pudores tan pacatos... jejeje.

Cariños,

Unknown dijo...

Ya entiendo por qu no tengo adornos en ksa.

jose montalvo dijo...

Como verás nuevamente he salido de la cueva en que escondo de vez en cuando. Te comento en cuanto a lo que expresas en tu post que tal vez tengamos que aprenderde los monjes budistas quienes afirman que a traves del espíritu pueden transportarse a cualquier lugar del Cosmos. Saludos y mucho cariño.