en un cafetín de sabana grande en el que venden unas empanadas bolivianas riquísimas, estaba un grupo de gente desayunando, no eran amigos entre sí, pero el país, en algún momento, fue tema de conversación colectiva que los agrupó como colectivo de panas.
un hombre viejo aseguró en voz alta y gritona: "Antes éramos un país feliz y no lo sabíamos". los demás afirmaron su sentencia, todos estaban de acuerdo, como si el hombre hubiera revelado una verdad nacional que desconocíamos. Yo no dije nada, pero no entendí de qué felicidad hablaban. ¿la felicidad de la corrupción? ¿la felicidad de aquel presidente borrachín y su secretaria? ¿la felicidad del barco aquel por el que se pagó sobreprecio altísimo? ¿la felicidad de la inseguridad? ¿la felicidad de la injusticia?
No podíamos ser un país feliz con 80% de pobreza. No podíamos ser un país feliz con no sé cuántos muertos cada fin de semana.
Es decir, tampoco ahora nadamos en ningún mar rojito de felicidad. Sigue la pobreza, siguen las muertes y ahora, además, están instalados la polarización y el odio. Aunque aún contemos chistes, no somos felices. No.
sábado, junio 02, 2007
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10 comentarios:
Yo sólo soy feliz cuando oigo a The Rolling Stones.
Ayer antes de llegar a Caracas a la Gran Marcha de la Utopía decía ese gran poeta-amigo Pablo Mora:
¿Valdrá quitarle un minuto a Dios -si es que existe el agregado es mío- para dárselo a los hombres?
Mis respetos a este blog y su autora invisible, como siempre.
Exacto, lo que sucede es la continuacion de algo que viene pasando desde hace mucho tiempo pero agregandole aun mas represion. Saludos.
Las penas cuando son compartidas pesan menos, eso es lo que dicen, y a veces lo creo así.
Antes al menos, estabamos mal pero juntos llevándo y pagando el lomo, ahora... estamos peor que antes y de paso divididos y en franco rencor unos contra otros.
Bueno a de ser que presentamos (el 40% de la población, según lo observado en diciembre 2006) el síndorme de Resistencia al Cambio.
Verdadera lástima
Saludos
Yo creo que nos ocultamos en una burbuja porque el dolor nos duele. Hacemos como en La Vida es Bella. Rescatamos los pequeños milagros cotidianos para darnos las fuerzas que se perdieron en el contexto.
Engañosa es la felicidad y vana la hermosura...
mmm.... yo veo eso de "éramos felices", como si "antes" me atracaban una vez al año, y "ahora" me atracan una vez al mes..... cuándo era mas feliz?
recién te conozco, volando desde otro blog amigo...
encantado de conocer tu palabra
Si Maga (por cierto) es el Nico (desterrado como Rafaél Cadenas, ya ves que me muerdo la cola) pero siempre hay un gran pero y mi pero es que antes había lo mismo de ahora pero sin la amenaza, el aliento totalitario, el miedo, el no poder hablar frente a viejos amigos y la certidumbre que esto va a una desgracia antes o después de la guerra civil...
A mi no me preocua cuando sale Nuestro Señor de los Arrebatos, me preocupa toda la locura colectiva desatada por su verbo malvado y que aún no podamos darnos cuenta de hacia donde vamos.
A veces mi Maga, los "intelectuales" pensamos diez veces las cosas y los niños tienen las respuestas.Ya sabes si tiene rabo de cochino y oreja de cochino no es leon (Luis Herrera in memoriam).
PD: olvide mi clave, por eso escribi asi, quizá regrese como tupac amaru con otro nombre, en todo caso, agradecido de estos minutos y feliz por tu felicidad....,.
qh¿cuál felicidad?
Panita, en Venezuela nunca ha existido 80% de pobreza.
Antes de Chávez había 47% (que ya era un coñazo) y ahora está en 52%, sólo que siempre se ha "presumido" que dentro de esas cifras exista 80% de pobreza extrema.
Ahora, de seguir así, sí vamos derechito a 80% de pobreza generalizada. De eso no hay duda.
amigo anónimo, claro que era menos pero pobreza haberla habíala...no se me arreche...nadie más que yo para desear un cambio, ojala que sea por las buenas...
Maga, cuando te hablaba de tu felicidad y hice una suposicion errada hace pocos días que vuelvo a tu blog y como que me hace falta ponerme al dia con la parte privada del mismo, o leerlo con tranquilidad...
Un abrazo.
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