estoy de vacaciones. he salido. seguiré saliendo luego al mar. leeré como una adicta. nadaré también como una adicta.
anoche tuve dos sueños:
el primer sueño era una tortuga. no yo. no era yo la tortuga. había una tortuga pues en ese sueño. una tortuga verde sola en la escena. y su caparazón empezó a resplandecer y a volverse de un acero brillante. parecía que sobre la tortuga hubiese aterrizado un platillo volador. no era una concha natural, sino fría y metálica. pero de pronto se comenzó a derretir, y el metal fundido corrió fuera del plano. la tortuga se quedó sin caparazón. desnuda. expuesta.
el segundo sueño ocurre en un laberinto. y ahí sí estaba yo. estaba perdida dentro de él. entonces encuentro una serpiente. pero no una serpientica simple de esas que exhiben en el parque del este. no. era una serpiente enorme, de esas que refieren en las mitologías. serpientes gordas y largas y cabezonas. una serpiente como un dragón chino. así era. como estaba perdida en el laberinto y no sabía hacia donde ir, tuve una gran idea. si yo estaba en la punta de la cabeza de la enorme serpiente, la podía tomar como guía y avanzar en el laberinto: la cola me indicaría la salida. así lo hice. y llegué al final.
pero era una de esas serpientes que se muerden la cola.
los sueños, sueños son.
lunes, agosto 13, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
Es verdad; pues reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos;
y sí haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña
que el hombre que vive, sueña
lo que es, hasta despertar.
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¡Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí
de estas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Soliloquio de Segismundo en La vida es sueño - Pedro Calderón de la Barca
Saludos maga.
Publicar un comentario