martes, marzo 28, 2006

el escondite

Tenía probablemente cinco años. Ellos, los grandes, dijeron que jugarían al escondite. Yo me incluí. Me escondí difícil. Entre los restos de anime de una fábrica, de un depósito, de un garaje, no sé, algo así, siempre al fondo de una casa en San José. Estaba orgullosa. A nadie se le ocurriría llegar hasta allí. Pasaron 5 minutos. 10. Oía las voces. Cerca. Reían. Como si se hicieran cosquillas. Pasaron 15 minutos. Corrían. Se atrapaban. Estaba con los grandes. Y yo era fuerte. Sobrevivía al descubrimiento. 20 minutos. 30. Las risas más lejos. 40.50. Lejos. De pronto me olvidé de por qué estaba allí. Sabía que jugaba. Pero algo más llamaba mi atención. Me enriquecía con el caminar de las hormigas. Hice castillos de anime para ellas. Ministerio de la Vivienda Popular. Eso sí. Sin hacer ruido. No fueran a escucharme. Anónima. Creyéndome heroína. Nadie sabía de mí. 1 hora. 2. Silencio. Se hacía tarde. Casi sin luz. Y yo terca. Imbécil. Ganaría el juego. Empezaron a llamarme por mi nombre, me anunciaban la cena. Callé. No caería en el truco. Seguí en silencio. No me localizarían nunca jamás. Record Guiness. La niña mejor escondida de todo el planeta Tierra y sus alrededores. Era de noche. Ni el mínimo sonido. De pronto el anime sobraba. Las hormigas se habían ido a dormir. Tumbé los castillos. Me sentí sola. Sola. Creo, no sé, que empecé a llorar. O a lo mejor me aguanté para que no me oyeran. Pujos. Siempre salen pujos. Y allí alguien pasó, me rescató, uno de ellos, de los grandes. ¿Qué haces aquí metida?, me preguntó y me sacó de mi hueco. Estábamos jugando al escondite, le respondí, lógica, sorbiendo mocos. El me miró. Nosotros jugábamos al escondite, no tú. A ti nadie te estaba buscando. Entonces, intentó llevarme de la mano. Había cena pendiente. Y una mamá preocupada. Yo me devolví. Me senté y volví al anime, al castillo, desperté a las hormigas. Me había olvidado de los grandes ya. Me gustaba ser pequeña y que nadie me encontrara más.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

...ánime que ofrece compañia, hormigas que son testigos.
Jugar al escondite ya no es como antes.

Salud

Silmariat, "El Antiguo Hechicero" dijo...

...

Tito Rodríguez ataca de nuevo!!!

Mire dijo...

es el escondite de antes, el escondite de cualquier época...si te gritan que no estás jugando, entonces te pones a jugar a otra cosa.

Anónimo dijo...

Maravilloso post: Cada vez me siento más ciudadana de este país, con cédula, pasaporte y todo...
Cordial saludo.