lunes, marzo 27, 2006

en persona

Primero saldría corriendo. Paticas pa que te tengo. Claro, soy mala corredora. Pocos metros. Me caería. Tropezaría -sin piedra-. O me cansaría. Lengua afuera.
Entonces mejor descendería. Arañaría el pavimento. Diez metros bajo tierra. Avestruz. Sin cara. Pura cola. No me veas. O bajaría la cabeza. Puro pelo largo. Sin cara. Rizos.
Estaría roja como un tomate. Roja tipo franelita revolucionaria. Tipo Misión Robinson. Y caliente. Fiebre de 40 grados. Incendio forestal.
Bueno, está de más decirlo -porque no lo diría-. No hablaría. Muda. A lo más, tartamuda. Gutural. La lengua se la llevaron los ratones para comérsela en otra parte.
Me desmayaría. Muerta. 911. Bomberos metropolitanos. Policía de Chacao -ocurriría en el este-. Protección Civil. Prensa, radio y televisión -si no se cae otro viaducto-.
Esos serían los primeros cinco minutos.
Si sobrevivo -no es probable- vuelvo a salir corriendo.
Luego. Ah, luego. Verdad.
Unicamente subiríamos en el teleférico de tu infancia, de la mía. De noche. O al atardecer -muy al atardecer- como antesala. Mejor de noche de una vez. Disimular los matices. Permitir la convivencia más certera de demonios y otras especies.
Unicamente caminaríamos hacia el hotel Humboldt que está cerrado. Sólo para verlo. Una joya de otros tiempos. Desperdiciada, perdida. Unicamente nos sentaríamos sobre la cumbre, sobre el Avila -que adoras, que adoro-. Unicamente mirariamos una Caracas nocturna y nuestra. Al menos podríamos creerla nuestra. Quién quita.
No, no comeríamos fresas con crema ni salchichas ni tomaríamos cerveza en esos vasos grandes y burdos. Perderíamos belleza.
Sin embargo, podríamos llevar encaletada una pequeñísima botella de vino y dos copas altas. O podríamos bajar a un restautant muy solo en Galipán. Cenaríamos algo de mar, aunque el mar quede cientos de metros más abajo.
Haría frío y no tendríamos frío. Hay refugios.
Habría neblina y mejor. Así no me verías desaparecer ante el primer esbozo de realidad.

(Menos mal que no existo)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Megamaga...estoy totalmente descoordinada, fuera de sintonía, no hago sinapsis con tus últimos blogs!..en fin, serán los años..un beso

Carmelo Lattassa dijo...

Bueno, para no existir escribes del carajo... ¿cómo diría? mientras escribas cosas así puedes seguir invisible...

pero la verdad es que me encantaría que hiciéramos algo así una de estas...

cuando vaya...

ir y pasarlo bien... y a Galipán y ver nuestro amado cerro... coño... cuanto echo de menos... Venezuela.

Anónimo dijo...

Mmmm y yo justamente hoy subi en el teleferico, y tome cerveza en uno de esos vasos burdos (que colecciono :P), es que el vino no me gusta mucho maga. Y baje de noche y vi a la ciudad hermosa.

Saludos.

Mire dijo...

sí, carmelito, claro que iremos...probablemente se nos salgan lágrimas y mocos -los mocos al final-, ambos los tenemos a flor de piel, pero seguiremos aplaudiendo nuestra hermosa amistad.

Fedosy Santaella dijo...

Im Back

Silmariat, "El Antiguo Hechicero" dijo...

No sé por qué, pero al sólo comenzar a leerte, y no sé por qué, recordé a Germán Freites cantando "Sueño de una niña grande" en "El ángelito más pequeño".

Algún día te contaré qué significa, esa canción, para mí..., debe ser que estoy nostálgico y por aquí tengo medio diluvio desde hace dos días.

Todo lo mejor para ti.