miércoles, octubre 04, 2006

volante

curso de manejo
primer día. tomo el volante. sólo el volante. según el instructor es lo más difícil. él frena, acelera, mueve el croche por mí. dice que el croche no es enredado, aunque todas las demás personas digan lo contrario. que lo difícil es tomar el volante y calcular. dice que lo hago bien. se relaja. me pasa con toda la gente, siempre termina contándome la vida. el instructor confiesa que desde niño soñó con ser lo que es: un profesor de manejo. lo dice feliz. realizado. claro, me intereso en su historia, más que en la vía, por supuesto. creo que soy mejor copiloto, me pierdo diligentemente en pajaritos preñados. en una cola veo por el espejo retrovisor y encuentro que eso es lo complicado. concentrarse. manejar es no ensimismarse. tal vez cuando maneje me concentraré más y pensaré menos.

8 comentarios:

Nostalgia dijo...

en lo que menos te lo imagines andarás rauda y veloz conduciendo por esas calles....
un saludo ♥

Regina Falange dijo...

La norma esencial: cinturón de seguridad siempre

No le temas al croche y aprende a manejar por los espejos, es lo que dice siempre mi papá.

Abrazo!

hectorpal dijo...

es intesante que el carro te pida concentración. Aprovechala y disfrutala, cuando llegue el punto de ser disfrutable. Es el encanto de la certeza y la profundidad, que dicho asi parece mas bien un placer masculino.

Joa dijo...

Todo lo contrario: mientras mas sepas manejar, menos te concentraras... ya veras que te pondras a pensar en mil pajaritos preñados. Para algunas de nosotras es inevitable.

Anónimo dijo...

lo difícil es manejarse uno

Anónimo dijo...

Eso. La concentracion dura poco. Luego es tan comun y cotidiano que ni te das cuenta. Llegaste al sitio donde ibas y no recuerdas el camino por andar pensando en cualquier otra cosa. Como la vida a veces pues.

Saludos maga.

el pajaro guarandol dijo...

Vaya, La Maga Sobre Ruedas.

creo que tuvimos el mismo profesor de manejo o que todos los profesores de manejo dicen lo mismo. Domenico, de la Rossini, se llamaba mi profe. Hablaba mas que un perdio y, a veces, me desesperaban mas los cuentos aburridos que volvia a contar Domenico que el trafico de la Francisco de Miranda. Sera eso lo que llaman pedagogia?

Anónimo dijo...

al contrario, cuando ya sepas manejar de verdad te daras cuenta de que pensaras muchas mas guevonadas cuando manejas, y tampoco hace falta concentracion, seras automata en las arterias de la ciudad, del centro a chacaito y chacaito al centro, mentando madres por doquier. creo que eso es todo. chao