mis vecinos del lado izquierdo son los vecinos ideales. no hacen ruido. cosa rara porque en este edificio se escucha de todo: los de abajo gritan, los de arriba gritan, la del primer piso grita. a veces gritan todos. nosotros dos también aportamos hace un tiempo algún grito a la comparsa. una vez -una sola vez- los de arriba hicieron el amor a gritos, en estereo, y a los nueve meses nació el hijo; pero todas las demás veces gritaban de rabia, de pura rabia.
pero ellos dos no. en ese apartamento no se escucha nada. ni gritos ni pasiones. nada. no hay escenas de qué lamentarse al día siguiente. están ellos dos, iguales desde hace diez años, con su cotidianidad tranquila. no sé si están aburridos, si están cómodos, si se acostumbraron a cierta placidez morsa, no sé si llegaron a un estado del espíritu al que creo no llegaré yo nunca. eso sí, parecen achantados, planos, pero no infelices.
el sábado los vi tomados de la mano por la calle. muchas veces los he visto caminar así, juntos. no por apariencia, no necesitan mostrar ninguna falsa fachada a nadie. iban de la mano, simplemente, en su dulce compañía de bajo perfil.
lunes, abril 16, 2007
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4 comentarios:
A lo mejor son sordomudos!!!
y felices!!!
me fascina esta serie de las parejas... terminarás con un libro completo y yo lo compraré
Dee verdad que si, SOn textos divinos. Un libro, un libro ;-)
la conserje de mi edificio está a apenas medio piso... y a veces le hablo como si viviera aquí.
P.D. no grita mucho, sólo los domingos, los feriados y fiestas de guardar. Desde tempranito, por supuesto.
Te quiero
Dos besos!
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