viernes, septiembre 09, 2005

senos en tostiarepa

Tengo 40 años. Y una de las obligaciones que conlleva mi edad es la de hacerse la primera mamografía. Ayer me la hice, pues, y consideré que la experiencia, digna de película de terror, era menester ser narrada para las nuevas generaciones.
Una vez en mi anterior blog escribí que el condón femenino seguramente había sido creado por un misógino, dado no sólo su carácter antiestético y matapasiones, sino debido a su evidente incomodidad y su disfuncionalidad. Pues creo que la máquina para hacer mamografías fue inventada por un tipo a quien su mamá le pegó de chiquito, de quien se burlaban las niñitas en el colegio, que no tuvo novia, que tiene el pipí chiquito, a quien su esposa le montó cachos y con su única amante no se le paró. Es decir, un individuo que decidió vengarse en pleno del género femenino e inventó un aparato de torturas disfrazado de artefacto médico.
El asunto consiste en una suerte de máquina prehistórica, como una especie de diplodocus, que tiene en el centro una plancha transparente, que parece un tostiarepa. La técnica consiste en que la fémina a examinarse debe colocar allí sus senos, primero el derecho, luego el izquierdo y dejárselos escachapar por esa especie de plancha industrial, igualita a la que usan en las tintorerías. Imaginese cómo la plancha de arriba va bajando (como esas gruas que utilizan para aplastar los carros viejos en las chiveras) y cómo la dama va sintiendo que su tetica va siendo cada vez más aplastada sin piedad por la máquina que parece no querer detenerse. La preciada teta dura escachapada como unos 20 o 30 segundos hasta que la plancha superior vuelve otra vez a subir y la fémina al fin vuelve a la vida. Así es cómo los senos, los más hermosos atributos de la hembra, el alimento de los hijos, el paraíso rosado del amado, se convierten en unos pobres torturados -tipo Seguridad Nacional, lo juro- por un delito que no cometieron.
En mi caso, llegué al laboratorio ayer en la tarde. Había al menos 5 o 6 mujeres por delante, así que tuve que esperar bastante tiempo. Cuando me tocó entrar ya eran como las 6. La máquina estaba en un frío cuarto de aproximadamente 2 por 2 metros. Ni un cuadrito. Ni algo qué mirar que te haga la vida más gratificante, qué se yo, un afiche de George Clooney, por ejemplo, para las cuarentonas como yo, o de Robert Redfort o Alain Delon para las más viejitas. "Desvístase de la cintura para arriba, quítese el collar y los zarcillos y los coloca allí", dijo friamente la enfermera o la radióloga (nunca supe quién era quién) y mostró un triste gancho como único adorno del cuarto de las torturas. Entró él, el enfermero o radiólogo (nunca supe quién era quién) y me tomó con delicadeza el seno derecho y lo montó en el tostiarepa que se ajustó a mi altura. El me echaba el cabello para atrás y sentía, no sé, cierta condescendencia, cierta comprensión por esa sufrida mortal. La mujer montó la placa radiológica. "Son pequeños", oí que dijo (luego supe que los pechos pequeños duelen más, probablemente había algo de morbo entonces cuando lo dijo).
Cuando me lo comenzaron a apretar mi cara lo decía todo. "¿Le duele?", me preguntó él (a la mujer, la verdad, ni le importaba). "Mucho", dije. "Aguante", dijo con cierta ternura solapada, de hombre para quien probablemente ya tocar un seno sea como amasar una arepa. Luego me colocó delicamente otra vez el otro pecho en la máquina de tortura. Nuevamente echó para atrás mi largo cabello. Y me volvieron a torturar. "Espere un momento", dijeron. Y se fueron a revelar las placas. Y me dejaron desnuda de la cintura para arriba y con aquel frío y aquellos nervios y aquel dolor y esos pensamientos que me acompañan todo el tiempo. Volvieron. "Salieron mal, se movió", dijo ella haciéndome sentir culpable. La mujer fue entonces la encargada de montarme las tetas en el tostiarepa. Brusca, arisca, como si mis pechos -de los que tomaron leche mis hijos- fueran una bolsa de basura; mis senos -los que aún me encantan cuando los veo en el espejo- fueran un poco de ropa sucia. Así me toco las tetas ella, como quien agarra una cucaracha que acabó de matar; mis tetas, que han sabido lo que es una dulce mano. Y las apretó más duro con el aparato, lo juro, "como para que escarmientes, mijita", supongo que pensó. La verduga era ella. Volvieron a llevar las placas a revelar. Nuevamente una había salido mal y además faltaban las placas verticales. Esta vez la plancha se volteó y escachapó los senos de lado. El hombre fue el encargado nuevamente de colocarlos y, juro, que tocaba los senos con el mayor respeto, de verdad que como quien tiene en sus manos un objeto muy sagrado y ajeno que le fue encomendado por un ratico, como cuando te dejan en casa al niño de una amiga y sabes que debes cuidarlo más que a los propios. Y me dijo, en voz muy bajita: "Los hombres hacemos mejor esto, porque sabemos lo que es". Se lo agradecí con lo que me salió de sonrisa (éste no hubiera inventado una máquina así, pensé). Me siguió doliendo, pero menos, ya sabemos que la frecuencia en las torturas aumenta el nivel de tolerancia. El cuerpo termina acostumbrándose al dolor como estado natural. Además, yo sabía que aquel enfermero o radiólogo me veía a la cara y entendía que me estaba doliendo, entendía que el dolor me hacía quizás moverme y por eso repetían y repetían las placas, aproximadamente 4 veces en el pecho derecho y 6 en el izquierdo. Entre placa y placa me quedaba sola con los senos al aire, en ese cuarto de 2 metros por 2 metros y sin afiche de George Clooney y juro que recordé que mis senos, en ese momento torturados, han vivido también buenos momentos, pobres, sometidos en ese instante a la presión del tostiarepa (por culpa de un inventor que odiaba a las mujeres), cuando se merecen, en realidad, besos.
Al final me vestí. Caminé por la avenida Francisco de Miranda, con la consciencia de que tengo cuarenta años y es mi primera mamografía.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

porrecita marre!!!!

Anónimo dijo...

qué desastroso. Es una lata someterse a esa tortura inquisidora. Sin embargo, maga, la campaña contra el cancer de seno debe hacerse llamando a hacerse ese tipo de examen, por muy maldito que sea.
Ese famoso "Tócate", tuvieron que modificarlo, porque cuando la mujer logra "tocarse" algo, es porque ya tiene un nódulo formado y creciendo. En cambio, aplastándolo en esa prensa para periódicos es posible adelantarse a los acontecimientos.
Sos valiente, lo sabemos

Mire dijo...

si yo sé...más bien, esto es un llamado para las mujeres científicas para que inventen una máquina más amable y más sensible.

Sí, hay que hacerse ese examen, de hecho ahora lo recomiendan desde los 35

caribbeangirl@cantv.net dijo...

El post me tocó, al principio me reí -es que tienes una manera de describir las vainas Maga- y después como que poco a poco se me aguaron los ojos y mi garganta se lleno de cosita... No sé probablemente estaré sensible...

ay Dios, algunas veces creo que el tipo nos puso las cosas muy duras para nosotras no?

Nostalgia dijo...

...digame yo que ya llevo tres!! en una de esas tenía el período y el dolor fue inenarrable :(
Lastima que sea tan necesaria.

Anónimo dijo...

Te felicito por ser una mujer conciente del mantenimiento de la salud. Y si como no vaya que es torturante pero es la forma mas viable y lo seguira siendo por mucho tiempo,lo que si no deberia ser es la falta de calidez humana del equipo de salud sobretodo por las enfermeras que siempre han sido desde tiempos inmemoriables unas consagradas amargadas ¡que si no lo se!!!

romrod dijo...

supongo que algún día nos acordaremos del tostiarepas para tetas de la misma forma que vemos hoy a esas antiguas lavadoras de madera de finales del siglo XIX o como vemos las toallas sanitarias de nuestras abuelas. Y nuestros nietos dirán "¿abuela y tu tenías que hacerte eso?".
Saludos!

Mire dijo...

eso le dije yo a mi hija: tranquila, mi amor, que cuando crezcas ya habrán inventado algo mejor

Silmariat, "El Antiguo Hechicero" dijo...

No es nada parecido.
Una vez tuve que ingresar de emergencia por un horrible dolor abdominal. Total pesadilla, y en alemán.
Pues, allí, en emergencia, entre otras cosas, me colocaron galones y galones de solución con por donde te conté. Un lavado para limpiarme. Me sentí realizado, te lo juro!!!
Después me colocaron, Heidi y Ursula, dos cómplices de riguroso blanco, en posición fetal, de ladito.
Me temía lo peor, y no era fantasía.
Luego de ello, entró una médico –Helga, seguramente ese era su nombre, cuál si no otro?-, viéndome de forma sádica y colocándose unos guantes.
De repente, lentamente la señorita enterró uno de sus dedos y no contenta con eso, hizo un giro de 360°. No me quedo más remedio que ver todas y cada una de las estrellas, astros, nebulosas que componen 3.495.687.238.956.193 galaxias.
La experiencia fue terrible y sudé como en baño turco.
“Es geht ihm gut!”( Le va bien!) Me dice, después de ser violado a mis 40 años, a la vista de 2 enfermeras (¡!)
No me quedó otra que decirle: "Ist das alles? Ich glaube, dass…, ich liebe dich!!!" (Eso es todo? Creo que te amo)
Qué otra cosa podría hacer?
Eso me pasó hace algún tiempo y aún me duele al recordarlo.
Me imagino él cómo te sentiste, lo terrible que debiste pasar.
Vuelvo a comentarte, no es igual ni parecido y te comprendo.

Todo lo mejor para ti.

Mire dijo...

ahora me siento yo la que me quejé por nada, hechicero

Anónimo dijo...

Querida Maga: Déjame decirte varias cosas...PRIMERO, lo recomendable es que la primera vez se haga a los 35 años...(o sea que te retrasaste un poquillo)..SEGUNDO, es un poco "molesto" más que doloroso en sí..(te digo porque la segunda..como ya conoces el procedimiento y bla,bla,bla..ya no "duele"..y que conste que las mías también son pequeñas)....TERCERO, en mi experiencia como "paciente" a raiz de mi primera vez (retardada off course)..-médico al fin / cuchillo de palo- (36 añitos) y con fines nada "nobles"....(prótesis ja,ja,ja) me dieron un tubazo...BIRADS III (lease lesión "Sospechosa")...ya llevo 3 mamografías control (la cuarta serà en Noviembre)...-c/tres meses my darling.....
En conclusión: MUJERES que leeis con interés a la SUPERMAGA y pasaís la barrera de los "ticinco"..pónganse las PILAS y metan su "seno en la tostiarepa" porsia!!!!!, un besote para tí

OmarAlfonso dijo...

Cuando leí tu post, pensé en las visitas al urólogo. Algo realmente incómodo (gracias a Dios no me ha tocado ir, pero sé que no es nada agradable). Y luego, el hechicero narró su historia. O sea.. hacen un celular que hasta te cocina y te tiende la cama y no pueden hacer más delicado un instrumento médico.. el mundo esta al revés.

Ahora, lo que no entiendo, es como una mujer que tambien posee un par de senos, puede manejar los ajenos con tanta brusquedad. De seguro fue novia del tipo que inventó el tostiarepa para senos.

Conclusión: el lugar natural de los senos... son las manos masculinas =)

C'ya!

Regina Falange dijo...

Maga:

Es evidente lo latoso que puede ser. Te lo digo como quien se compadece de algo que ve muy lejano -tengo por fortuna o por desgracia sólo 23 añitos-. Pero también con el temor y la certeza de alguien que a lo mejor dentro de poco tendrá que empezar a hacérselas por todos sus antecedentes cancerígenos.

Aplaudo que hayas recreado esta primera experiencia como la describes. En todo caso, es mejor decirle a nuestras mujeres que sí duelen, molestan o fastidian esas prensas sobre las tetas durante ese primer examen. Por aquello de que la sinceridad se agradece, y es mejor toparse con lo que uno espera toparse, y no con más ni menos.

Un abrazo, y otro, y otro más por hacernos interesar de esta manera en las cosas más rutinarias de la vida.

Anónimo dijo...

aunque tu post es de hace mucho, hoy lo he leído y quiero comentarlo. hoy ha sido mi primera mamgrafía., sentí que me moría de dolor, de nervios, lloré por Dios como si fuese un bebé. Supliqué como jamás lo había hecho, que ya no me tocaran más. Temblando como una hoja. Nunca jamás algo fue tan espantoso y doloroso. Corrí con la suerte de que todas las doctoras y asistentes fueron muy cariñosas y pacientes, hasta enjugaron mis lagrimones... Pero Dios sabe que me dolió en serio, todo lo vi negro y por un instante creí que me desmayaría. También tengo senos pequeños. La doctora dice que dos de cada cien pacientes sufre así la mamografía, me calmó y pudo terminar el examen. A la final y pro suerte todo salió bien, confirmando entonces con el eco mamario.

Amigas: HÁGANSE SU MAMOGRAFÍA, porque juro que vi mujeres salir como si nada y creo que la única que lloró fui yo. Pero aunque todavia estoy adolorida (ya han pasado unas 10 horas) a la vez estoy feliz porque todo salió bien. Cada 2 minutos se detecta un caso de cancer de mama en el mundo. hoy se que YO no engrosé esta lista. ¿Y tú?? Hazte el examen, a la mayoría no le duele pero a todas nos ayuda a salvar nuestras vidas!!! Dios NOS bendiga

nere dijo...

yo para mi desgracia tuve otra vez la desdicha de volverme hacer la mamografia y cada vez que la muchachita esta de la radiologa me tocaba los senos como si fueran pelotas de quien sabe quien...... y luego viene la tortura de la aplanadora de frente y luego de costado, lo que yo deseaba era saber quien co.. de su madre la invernto para ver como le quedaria los testiculo en la bendita maquina esa y darle un poquito de su invento que de invernto no tiene nada esa mierda

Anónimo dijo...

hola como mujer maltratada por los locos cientificos con esa clase de màquinas,no solamente el dolor fisico,sino el daño psicologico,el trauma para todo el resto de la vida,despues lo mandan a esperar en un cuartito que parece una carcel,pequeñito,con colores deprimentes.desafortunadamnet existen medicas,enfermeras que parece que ellas fueran màs hombres y no mujeres <<<<<<<<<<<<<¡sera que ellas no tienen senos o mamas como las llaman.yo condeno al loco maniaco(a)que invento esas desgraciadas planchas,a que cuando les toque a ellas,les repitan el exàmen tantas veces sean inhumanas con su genero,y a los hombres a que una mujer que los odie tanto a que inventen una màquina para que las planchen los testiculos y sepan que es lo que sentimos las mujeres a quienes ellos dicen amar,desear tanto.jajjajjajjajajja es pero que reflexionen y piensen maàs en sus espositas queridisimas,hijitas,adoradisimas,abuelitas inolvidables,mamacitas o madrecitas para que les eviten esa horrenda totura.y si alguien se le ocurre inventar la espicha testiculos recuerden no hacerles tanto daño y sino fregamos las generaciones,porque ya no habria,hijos ¿verdad?solo ellos que se conocen el cuerpo sabrà, en que les puede afectar en sus semillitas de hijitos......jajjajjajaj me uno a la mala experiencia de las mujeres maltratadas por los cientificos locos........estos si estan de atar y de manicomio,seria un alemàn a caso el inventor de este terror?..........Dios protegenos de este tipo de hombres.porque no se iluminan.sino no tienen ni un poco de lucecita.seràn ciegos?
una pobre mujer......llorona bu.bu.bu.bu............por causa de la mala tecnologia.

Anónimo dijo...

Estoy por programar mi primera y creo que esto me ha preparado para lo peor...pero me encanta saber que saliste con vida y una buena dosis de humor negro intacto.
Gracias por compartirlo