ella ha leido muchos blogs, desde hace tiempo. ha leido -como lo he hecho yo- por ejemplo a hernán casciari -siempre supo que no era ninguna mujer gorda-, a los escritores venezolanos, a los que se esconden en blogs bullangueros, a los que subliman en blogs eróticos. ahora ya no lee a casi nadie. sólo ese bloguero la conmueve de una forma extraña. me dice a mí que él tiene "algo". "algo" que ella ve, que yo no veo y que otras personas que no han leído ven menos aún. yo le pido que me defina eso que llama "algo". no sabe qué, sólo "algo", me dice, "algo" en el tono, algo que no está en la distribución de sustantivos, adjetivos o verbos. "algo" que tampoco tiene que ver con los temas. "algo" que mucho menos tiene que ver con la interacción, porque no tienen ninguna. y ese "algo" la entristece, la alegra, la enamora. ese "algo" la conecta directamente de las palabras a algún lugar de quiebre, como si hubiese un código secreto que ella sólo puede entender -y es mentira, porque no hay ningún código secreto un coño-.la verdad es que yo creo que ella se inventa todo, pero lo siente, lo siente como si fuera real. por ende, podemos crear la paradoja del amor virtual. es decir, si hay realidad virtual, hay virtualidad real, es decir, puede haber realidad en lo virtual. entonces, amiga, ud. no está loca. claro, la virtualidad -como la realidad misma- puede distribuirse en dos categorías: virtualidad real -de verdaíta, pues- y virtualidad irreal. y la suya, querida, no es más que la peor y más intangible de todas: virtualidad irreal, sin sostén ni brazos.
a lo mejor hubo ciertos atisbos de realidad en algún momento, ella cree que hace un año -pistas, claves, torpezas-, pero a mí me da la impresión de que no había nada, que no hubo nada nunca -esta pana es muy imaginativa, la verdad-. sólo casualidad. pero en todo caso, ahora sí que no hay nada de nada. esa "nada" y ese "algo" mezclados en la misma página web, la entierran más en su terquedad solitaria.
lo cuento porque después de leerlo hoy, ella me ha dicho que ha decidido ponerle fin a esa "relación" (y todavía la llama relación) suya con la palabra de él. cree que es mejor dejarse de eso. debe construir una realidad menos virtual, menos platónica, debe deconstruir irrealidad más bien.
y tiene razón.
martes, abril 24, 2007
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3 comentarios:
:-) Muy bueno...
Saludos
Ay es que de Orsai cualquiera se enamora. Hasta yo! Pero es porque debe ser un neurótico de lo último, no sale a la calle, pasa todo el día echado en el sofá y ahora no escribe porque juega nintendo. Es que a muchas nos gustan los sin remedio!!!
Y de realidades virtuales, te tengo para escribir tres tomos del gordo de la Biblia.
Lo virtual suele ser una adicción para no entrar en la realidad real...
pobre tu amiga, qué infeliz!!! cómo si no fuéramos suficientemente tontas y platónicas para encima andar en la cueva virtual de Platón viendo sombras virtuales de lo que no es!!!
AUXILIO!!!
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