jueves, septiembre 07, 2006

morcilla

Soy yo. Es el país. A lo mejor no es el país un coño. Bueno, ya sabemos cómo está el país, pero en realidad no es el país el que cuenta aquí. Ni siquiera el que se sufre. O sí. No sé. Soy yo. El país también contribuye. La nueva élite política que pregona una moral que no practica. Los griticos histéricos de gente que se cree oposición porque sale en globovisión -hasta con rima-. No. No es el país. Soy yo. Incluso tú. No, tú no, tú eres de pinga. Vuelvealavida. Aunque a quien le toque la tarea sea a mí y no a ti, lo sé. Pero me haces sonreir. Ya sé, no te conozco. No sé si eres de pinga, en realidad. Eres inteligente al menos, eso cuenta muchísimo para ser de pinga. Cuenta también la pinga -es broma, déjame a mí con mis bromas gafas, mis bromas burras-. Entonces es el país. Míralos. A estos les ponen unas flechitas en la estación Plaza Venezuela para contenerlos. Como ganado. Pero se salen. Son burros. Ellos sí. Muy burros. No. No es eso. Son vivos. No se salen de la línea por burros sino por arrechitos. Igual son burros. No hablaré de ellos. Yo también estoy en la fila de Plaza Venezuela. No es el país entonces. Soy yo. No termino de asumir esto. Tú sabes. La corazonada. Ni de vaina. Me caga. Es el país, mejor. La soberbia de cualquier funcionario público, saquéselo de la manga. Unos la pregonan a diario, la soberbia, la estupidez. Esos son los burros, los de marca registrada. Putean esa ética balurda según la cual eres mejor que los otros si citas a Bolívar. El país. La pajuez ¿esa palabra existe? de los monigotes tontos que siguen el guión de final prepago de los comicios. Hoy un español nos miró con sumo desprecio. Venezolanos, no sé qué es peor. Dijo algo así. Es el país. O yo. Somos un gentilicio en vivo y directo, pienso. Improvisado. Los españoles ya se leyeron las cartas con una gitana. Nosotros no. El país. Yo. Un acto de fin de curso. Nadie se sabe la letra. El apuntador se jubiló. Todos metemos morcilla.

7 comentarios:

Kira Kariakin dijo...

Amiga, si pudiera te mandaría a traer. Echese un viajecito así sea a alguna parte de Venezuela que no conoce. Uno siempre carga con la maletica a cuestas pero por lo menos se le pone perspectiva a la cosa y se escapa de la alienación de nuestos rollos un pelito. Cuídese. Regálese una visita a la librería, dese un gusto. NO hay nadie menojr para darnos cariño que nosotros mismos. Luego ya no importará si hay alguien que nos quiere dañar. La manera de no dejarse es quererse a sí mismo demasiado, para pasar de la decepción a la arrechera.
Un abrazote.

Mire dijo...

si amiga, ya estuvimos en margarita, las trincheras y choroní. (no pudimos viajar al exterior por un injusto problema legal). ahora, la realidad.

unocontodo dijo...

mmm... después de tantas conjeturas, en mi caso, concluí que era yo.

Algo así, como que siendo Venezolano, me siento un extranjero.

Anónimo dijo...

absolutamente.
ese mismo español nos dijo que claro, somos países jóvenes...
qué ladilla. morcillas de ladillas. el minotauro dentro del nuevo laberinto del metro está dentro de nosotros. "si esta vaina la ponen en petare nos les sirve".
si va a subir por una escalera mecánica, póngase, estacione su cuerpo, acomódese del lado derecho, y deje libre el izquierdo para quienes no queremos verle el culo y subimos y subimos.
a veces agobia, linda maguita, pero es nuestro caos cotidiano. espero no perdamos el músculo de la sorpresa y la arrechera.
(vi a una señora emperifollada dándole una patada a su hijo en la baralt y se me descompuso el día)(la semana)

Anónimo dijo...

A mi me gustan las morcillas aliñadas que sirven por La Volmer. Vendían unas muy buenas por los lados del Nuevo Circo, ahora apenas si te ecuentras, bajando las Fuerzas Armadas a un vendedor de pinchos. Los pinchos son buenos, tienen un color ocre que deleita. Somos el país del pincho y la morcilla, o de la morcilla en pincho.

Recuerdos Maga y una oración fuerte al Espíritu Santo,

Mire dijo...

uno con todo, a mi me pasa que sigo sintiéndome venezolana

querido luis carlos: una imagen como la de la señora golpeando al hijo le descompone a uno no el día ni la semana sino el género humano.

zumba: qué bien que me escribes, aunque me asustó lo de la oración fuerte. o eres alguien que conozco muy de cerca o eres alguien con un don de adivinación extraordinario. me tienes confundida. y si no te conozco quisiera más claves sobre ti.

Jamsg dijo...

Me temo que tengo que dar malas noticias: ¿es que nosotros no somos país también? A lo mejor hay un país distinto o a lo mejor somos exiliados (como nos recordaba Rodo hasta hace no mucho).

Pero en todo caso, sigo pensando que vamos a encontrar más respuestas en la muchacha que se para frente a un local de cachapas en La Candelaria como a las 8:30pm y con las bolsas de basura enfrente le grita a su acompañante: “Tranquilo, mañana toca pollo, aquí hay”. A la final, la morcilla no siempre es morcilla, todo depende de quién la venda y sobre todo, cuál parte del país le toca vivir.

Ah! Y yo que nací en el mismo año del metro, tengo que defenderlo. Según me cuentan tiene su pasado glorioso, no se…. también con eso me engañaron?

(A veces, uno le provoca hablar aquí)