lunes, noviembre 21, 2005

los desertores

mucho más auténticos que los escapistas, más realistas, más pragmáticos, pero por supuesto, menos artificiosos, menos mágicos, menos espectaculares, los desertores simplemente nos negamos a abordar el tren. ya basta de excusas. ya basta de tener que ir a alguna parte ¿quién ha dicho que es menester el boleto?, ¿quién no ha sentido que sobran las maletas?, ¿tiene poder de transformación el viaje?, ¿se alejan realmente los fantasmas del otro lado de la frontera?, además ¿quién dijo que quería de verdad-verdad ir a alguna parte?, ¿quién dijo que con quién?
los desertores ponemos fin. punto final. sanseacabó. coño, a veces nos cuesta y nos damos de cabezazos y rebotamos. pero de pronto decimos ya: no hay motivos para seguir viajando. vamos a ignorar al maquinista, al taquillero que insiste en vendernos el boleto, al gerente que pide desalojar el andén. no queremos parar el ferrocarril, que suban otros si quieren. sólo pedimos que se nos respete el derecho a desertar. a la rebelión misma. el derecho a mirar el techo. el derecho a entristecernos si queremos o a salir volando o a correr a esos brazos que quizás no se han abierto más por nuestra propia culpa, por ese mal hábito que tenemos que subir al tren en marcha, tirando coñazos a diestra y siniestra.
los desertores queremos detenernos simplemente, que nos dejen en paz, requerimos llorar nuestro desierto. hay que tocar su sequedad, y dejar de estar tomando trenes para no pisar tierra. hay que golpear el piso quebrado. se tropezará con piedras: sí (somos torpes), se resbalará con las propias lágrimas: también (somos tristes), se esconderá en el rinconcito: claro (somos tímidos), se nos ignorará entre el maremagnum de princesas: seguro (somos invisibles). pero nos enamoraremos con más locura que la vez anterior : evidentemente (somos amadores). por los momentos, vamos a quedarnos en paz. tenemos miedo -justicieros sí, héroes patrios, aún no-. ya suficiente riesgo es desertar. ya suficiente maratón es decir basta. hay que descansar, que hace calor en el desierto. ya habrá energía para seguir caminando. porque una cosa tenemos los desertores, saber que desertamos hoy -y desertamos desertamos, nos quedamos desnudos en el desierto- para no tener que desertar mañana que el día está tan bonito y quizás el tren ¿el mismo? ¿otro? nos convoque.

23 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo voy a poner así, este post es mío pues.
Cuando lo fuí todo...Yo, ahora...yo he desertado de la sociedad.
Espero le haya llegado mi mail el día de ayer.
besos. Sra. Maga.

Rodolfo dijo...

uyyyy. Si. la de veces que soy un desertor.

Kira Kariakin dijo...

los fantasmas siempre se meten en la maleta... uno no se deshace de ellos...

Fedosy Santaella dijo...

Soy desertor, no me cabe duda.

Mire dijo...

anónimo o anónima: los emails de hotmail no los podré ver sino muy tarde en la noche. si quieres -y es algo importante- escríbeme a lamagamagamaga@yahoo.com

besos fedosy, kira, rodolfo, escribidores de la vida no desertores...

Mire dijo...

besos también, martha, escribimos al mismo tiempo el comment

Regina Falange dijo...

Maga:

Ayer me preguntabas el secreto para olvidar. Y no existe, no lo han inventado, porque en la vida no se olvida. Uno sigue apartándose el lagrimero sencillamente para tener una mejor visión de los otros trenes en los que de pronto, nos esperan ansiosos en el área VIP. En trenes que quizás terminan chocando, y otra anécdota para olvidar; otro asunto del cual desertar.

El desertor es quizás, en su momento, el individuo más triste. El que más ama, el que más se atreve. Y por todo ésto mismo, se aparta, con la esperanza de que la vida le devuelva en bandeja de plata todo ese cariño que aparentemente depositó en saco roto. Y un ticket de estadía permanente en ese tren en el que siempre ha sobrado.

Aún así, desertar es un asunto de héroes

Besos maguita :):):)
Color otrora dorado

Unknown dijo...

Equivocadamente llegué aquí y acabé leyendo por curiosidad... Hoy me otorgo el derecho a desertar..
Saludos

Anónimo dijo...

"héroes patrios, aún no" Que bueno, estuvo eso......
HP

Protheus dijo...

Boquiabierto ante lo íntimo y cierto de tu escrito.

Este desertor de antes, pasando el túnel de las horas en un tren que se descarrilará solo para volver a sus rieles, te saludo.

P.S.: ya aprendí a "linkear", e inicié contigo. espero lo aceptes.

RR.

Mire dijo...

no sé qué es linkear

(soy medio ignorante de todo esto...tampoco sé qué es rss y todas esas cosas que dicen qeu son buenas en los blogs)

Anónimo dijo...

Aunque nunca haya escrito, llevo rato siguiendo tus textos. Me he conectado con alguien especial a través de ellos, ya casi son claves. Había llegado a la conclusión que soy un "coctél de personalidades" Pero me ha pasado algo raro con los desertores, justo esta semana me dio por "huir por la derecha" dejar las cosas un poco a la deriva privilegiando la incertidumbre, desertar pues. Porque ciertamente "hay que descansar... ya habrá energía para seguir caminando"
Gracias por hacerme, sin querer, un espejito a la medida. Aveces es de ésos que deforman la figura, pero es divertidísimo leerme en ti.

Anónimo dijo...

Me encantó este de los desertores.

Quizás porque a veces me gustaría, pero no sé.

Quien sabe. A lo mejor aprendo.

Anónimo dijo...

ME VA LA VIDA EN ELLO



Cierto que huí de los fastos y los oropeles
y que jamás puse en venta ninguna quimera,
siempre evité ser un súbdito de los laureles
porque vivir era un vértigo y no una carrera.

Pero quiero que me digas, amor,
que no todo fue naufragar
por haber creído que amar
era el verbo más bello…
dímelo…
me va la vida en ello.

Cierto que no prescindí de ningún laberinto
que amenazara con un callejón sin salida
ante otro “más de lo mismo” creí en lo distinto
porque vivir era búsqueda y no una guarida.

Cierto que cuando aprendí que la vida iba en serio
quise quemarla deprisa jugando con fuego
y me abrasé defendiendo mi propio criterio
porque vivir era más que unas reglas en juego



Luis Eduardo Aute.


Besos Maga.
Yo, ahora... he desertado de la sociedad.

Anónimo dijo...

ME VA LA VIDA EN ELLO



Cierto que huí de los fastos y los oropeles
y que jamás puse en venta ninguna quimera,
siempre evité ser un súbdito de los laureles
porque vivir era un vértigo y no una carrera.

Pero quiero que me digas, amor,
que no todo fue naufragar
por haber creído que amar
era el verbo más bello…
dímelo…
me va la vida en ello.

Cierto que no prescindí de ningún laberinto
que amenazara con un callejón sin salida
ante otro “más de lo mismo” creí en lo distinto
porque vivir era búsqueda y no una guarida.

Cierto que cuando aprendí que la vida iba en serio
quise quemarla deprisa jugando con fuego
y me abrasé defendiendo mi propio criterio
porque vivir era más que unas reglas en juego



Luis Eduardo Aute.


Besos Maga.
Yo, ahora... he desertado de la sociedad.

caribbeangirl@cantv.net dijo...

magis se me volo el disco duro de la compu, perdi tu mail.
ESCRIBEMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE

Carmelo Lattassa dijo...

Yo he desertado hace poco, justo en el instante en que ya no puede justificar nada más. En que descubrí que el tren está conducido por un irresponsable que como Carlos V ha utilizado la fortuna del propio teritorio para emprender sus representaciones mentales, mientras los pasajeros se quedan al margen. Hablo desde los que van en primera, no quiero decir qué pasará con los que van en tercera.

Carmelo Lattassa dijo...

Por cierto, no te he escrito, pero tellamé ayer...

Mire dijo...

en serio?
no supe!!!!

Anónimo dijo...

¡hermosa!
Fíjate que me agarras en un momento en el que hace tiempo no deserto. Tampoco soy un tiracoñazos, pero si he entrompado mucho de lo que me ha hecho frente. Y he salido bien, no lo niego, he salido bien.
Sin embargo, maga. no todo está escrito... podría haber una categoría para los que desertan acompañados.

Carmelo Lattassa dijo...

Tienes un mensaje en el móvil... la seña que dejas está dicha por tu pequeña ada.

Anónimo dijo...

Cuando el silencio es la otra parte de la palabra es cuando me percato que respiro con cada una de aquellas que me robaron el tiempo... Desertor era? no sabía como llamarme.

Liz dijo...

Qué bien!!!!! Desertar es un dercho legítimo que en determinados momentos de la vida equilibra la balanza!