miércoles, febrero 22, 2006

la visita

Me gusta que me visiten. Y me gusta visitar. Me encanta abrir la puerta, tener los muebles dispuestos para la gente querida, las cervecitas frías, los refrescos pa los chamos (y el cuarto lleno de juguetes), la torta que yo hago. Me gusta hacer pasapalos y que me los alaben, mostrar mis fotos, mis cuadros, los álbumes escritos -suerte de diarios con imágenes y dibujos- de cuando mis carajitos eran más carajitos. Me encantaría además, por eso mismo, tener una casa grande con patio para todos los días del mundo tener gente querida e invitarle café y buena conversa. Pero bueno, igual abro de par en par las rejas de mi apartamentico para quien quiera venir, aunque no vengan muchos. Mi hija es feliz con amigos jugando en el cuarto. Mi hijo también es feliz mientras lo dejen en paz y no le digan caramba, pero qué grande estás.
Por eso también me gustan los blogs. Estas casas virtuales de puertas siempre abiertas. Porque aquí a uno lo visitan y hace la visita. Porque aquí no hay rejas ni cerraduras. Porque te metes y te sientas y hay salas cálidas donde el dueño te ofrece café y hay casas que te gustan y te tientan pero el dueño ni siquiera te invita a tomar a siento, como si fueras un fantasma, invisible e inútil en su salón. Y hay bares y discotecas. Y hay unos que son cuartos de bombillo rojísimo y música suave, y otros están llenos de telarañas. Unos visten de decorado cuidadísimo, otros que ya son sólo polvo. Hay casas donde te quedarías de visita unas horas, otras apenas un minuto, en otras te instalarías. En unas te esperan, en otras ni te quieren ver. Hay casas que te espantan con el sólo nombre, otras son como serpientes, te engatusan, te quedaste para siempre. Hay espacios que no te interesan en lo más mínimo aunque tengan miles de otros visitantes, otros, por Dios, otros son los imprescindibles (Bertold Brecht). Hay casas en las que eres protagonista, personaje público, invitado especial, pana del alma; en otras estás de más, hay viviendas virtuales que son como mansiones, ver pero no tocar, cuidado me rompes el jarrón chino de palabras. Intimidan. En cambio otras son como esas casitas de pueblo donde siempre habrá un colchón y un plato de sopa para ti. El mío es una pensión, un prostíbulo, una heladería abierta de par en par. Es una comuna. Una cooperativa -si usamos el léxico actual-. Un parque donde sí se permiten patear pelotas. Aquí cabemos. Siempre habrá un vaso de agua, aunque la nevera esté vacía.

20 comentarios:

romrod dijo...

bueno yo quiero mi cafecito y mi dulce de platico (como dicen los gochos)...

Anónimo dijo...

Meganiña, me anoto en la piñata

Unknown dijo...

Que post mas lezamiano, aprendiz de maga (en una pedante comparación, lo sé, soy fiel creyente de que cada estilo es único). Me has obligado a imaginarme los recintos de los blogs que frecuento.

Anónimo dijo...

Siempre estaré pasando por aquí, tú lo sabes, esta es como una de esas casas a las que una llegó vendiendo productos o haciendo encuestas, y se me abrió de tal manera que no me voy aunque me voten!

Y mi rincón seguirá siendo también, para ti y para los que son como tú, esa casa del refresco -no, mejor las cervezas frías, a quién engaño- a la que podrás llegar y acariciar mi perrito, pasar a la cocina para preparar unos rolles, quitarte los tacones y ponerte mis pantuflas de conejito y quedarte a dormir porque te agarró la noche, porque te embriagaste o simplemente porque ese día no habrá un mejor lugar, o al menos no querrás estar en otra parte porque te sentiste cómoda entre tanta equivocación orgullosa pero humana, eso sí que te tenemos..

Te quiero amiga y pronto te doy señales de mi nueva ubicación. Te quiero!

Mire dijo...

ay marthica...sería de muy mal gusto mostrarle a la visita la cama sin hacer, pero bueno, despues, cuando hay confianza, uno pues pone los pies en la mesa, con medias rotas y todo.

a todos, abrazos!!!

ah, y nunca diestro...qué lezama ni qué lezama, qué más quisiera yo

ah, rom, pero andas reuniéndote por allá por tu tierra calurosa y ni un cafecito por caracas, no se vale!!!!!

y niña pétalo, ya ni sé donde buscarte

y mi niña dorada, te quiero mucho yo también

Mire dijo...

aunque no sé, ahora que lo pienso, yo mostré primero los trapos sucios, las cucarachas, el reguero de cosas, y poco a poco fui acomodando la casita, a que no.

Anónimo dijo...

Bueno porque así se empieza maga, recuerda que en este país empezar con vivienda digna y propia cuesta...

A veces es bueno exponer la gotera, las chiripas, para que la gente o los dioses se apiaden, no lo sé..O hasta que uno mismo encuentre el guáramo para acomodarla, tumbar las paredes, comprar muebles nuevos y ampliar la terraza. Con maticas de helecho y todo :)

CURRUSA dijo...

Vengo por mi vaso de agua!

Que post tan bueno, mi blog es de esos que tienen telarañas jajjaja

Saludos!!!

Rodolfo dijo...

Uyyy si, a mi tambien me gusta que me visiten, atender a los amigos y hasta cocinarles de vez en cuando. Por eso siempre dejo espacio para los sopita los sábados en mi casa. Que no ha fallado ni el 13 de abril de 2002.

Y si, comparto ciertamente eso de que en algunos blogs uno se siente así...

Umma1 dijo...

Tenés razón, son como casas de puertas abiertas, aunque algunos espanten.
Me gustó muchísimo como los describiste.
Saludos

Anónimo dijo...

hola! paso por aqui de vez en cuando y te leo. desde hace poco. este ultimo post tuyo me encanto, asi que te dejo un mensajito para que lo sepas...linda tu casa...sobre todo por la sensacion de dialogo sincero...

Luunn@ dijo...

Me encanto, en mi casa, siempre habra un cafe para vos, y unas masitas, si la economia esta bien, seras siempre bien recibida, me encanta visitar y que me visiten, y no pongo palabras de erudita porque no lo soy, quiero que me lean, me entiendan y a veces hasta se identifiquen, porque al fin y al cabo todos somos iguales
Un abrazo grandote,
Luunna

Anónimo dijo...

Niña bella, estoy mudándome y no es de "buen gusto" recibir a mis pilluelos en plena calle. Espérame, que dentro de un "ratico" regreso

Silmariat, "El Antiguo Hechicero" dijo...

Yo, particularmente, no quiero ni un vaso con agua, me conformo con pasar un segundo por sus ojos, ser parte de su mirada un instante.

Todo lo mejor para ti.

PS: Ni pregunto que tipo de casa será la mía.

PS2: Lamento comunicarle que ya estás en la lista para el tesito de jazmín. Va ha ser una reunión casi SIMBÓLICA, por lo visto. Yo invito.

el pajaro guarandol dijo...

Maga,
Lo que mas me gusta de tu post es que le da consistencia de casa a esta cosa marciana y virtual que es la red. Mi abuelita que murio de 90 y tantos, nunca entendio que era la internet pero siempre me preguntaba.
Un dia, tras una inutil explicacion de mi parte, me dijo que se figuraba la internet como si fuera la guia telefonica pero con la gente adentro. Buena explicacion, no?

jose montalvo dijo...

dejame decirte que tu blog es como esas visitas en que te dicen "sintete como si estuvieras en tu casa" y el comportamiento de los anfitriones es tan casual y sincero, que efectivamente te sientes como en tu casa...eso es todo un arte y tu lo tienes

Mauricio Duque Arrubla dijo...

A propósito de Brecht y antes que lo mencionaras ya me recordabas este pequeño cuento suyo:

Dos ciudades
El señor K., prefería la ciudad B a la ciudad A. En la ciudad A, -solía decir- me quieren, pero en la ciudad B son amables conmigo. En la ciudad A era requerido, pero en la ciudad B era necesario. En la ciudad A me invitaban a la mesa, pero en la ciudad B me invitaban a la cocina.

Nos invitas a tu cocina cada vez que escribes.

En mi casa andamos de vacaciones esta semana (por no decir que no hay nada nuevo). Pero tengo ésta donde encuentro maravillas

Perséfone dijo...

siempre llego como de ultimita a los comentarios y la cosa queda ya dicha.

sigo de visita por aqui :-)

Unknown dijo...

"ENTRE QUE CABEN CIEN... CINCUENTA PARAOS CINCUENTA DE PIÉ...Así me siento en tu casa, todos panitas, apretaditos, con un poco de calor pero felices, en una conversación sin principio ni fin y todos queremos opinar porque nosé que pasa pero lo requiere el momento...

Arlene Griselle dijo...

Que bien lo describes y que cierto. Aquí en la tuya viendo todo lo hermoso que hay en tu casita. Gracias por tener siempre las rejas abiertas.