Tus ojos son una sonrisa. ¿recuerdas el soberbio final que García Márquez le obsequia al entrañable coronel, pronunciando aquella ominosa e irrenunciable "mierda"? Pues eso: obséquiate tú misma respuestas espléndidas para las omisiones, cualesquieras que sean. Abrazo alfabético, JML.
3 comentarios:
No amiga: Un arma de doble filo...
Tus ojos son una sonrisa. ¿recuerdas el soberbio final que García Márquez le obsequia al entrañable coronel, pronunciando aquella ominosa e irrenunciable "mierda"? Pues eso: obséquiate tú misma respuestas espléndidas para las omisiones, cualesquieras que sean. Abrazo alfabético, JML.
A veces muy oportuna querida amiga.
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