miércoles, enero 25, 2006

lo que escribí de mi mamá

he querido escribir pero no puedo. ahora ella duerme. pasó la noche en vela. yo también. no sé aún qué hacer, evalúo soluciones. ahora espero por la silla de ruedas y la andadera alquiladas. mientras estoy leyendo mis cosas. en el blog anterior escribí dos textos sobre ella. paso a copiarlos.

miércoles, junio 15, 2005
86 años
Mi mamá cumple hoy 86 años. Sigue teniendo los más hermosos ojos azules del mundo, aunque ahora casi no pueda ver con ellos. Son azul clarito, como cuando no hay ninguna nube. Le da rabia andar en bastón o tener que sujetarse firmemente en mí para salir a la calle, ella que no paraba de caminar sola por media Caracas y el litoral central. Le da rabia no poderse ir en autobús a la playa como hacía hasta el deslave de Vargas.A mi mamá, como dije alguna vez, siempre la conocí con el cabello blanco. Pero hay fotos de ella, a los 20, a los 40, siempre tan guapa. Una mujer perfecta que cargaba sobre sus hombros los dolores de la guerra civil española, un amor desaparecido en la legión extranjera, mucha hambre, mucha desilusión. Un librito negro con poemas de otros. Poemas de muerte la mayoría, pero también poemas sobre España, la siempre mártir. Aún tiene las secuelas de quien ha vivido penurias económicas : No se puede botar comida, jamás; no se deben tener luces prendidas de día; hay que almacenar agua y jabones. En su casa debe haber jabones de los años sesenta. Ya le hice una torta y al mediodía la voy a buscar. Le compramos una radio pequeñita para que la cargue siempre con ella porque tenía otra que se le echó a perder. Le gusta oir radio. Siempre está enterada de las noticias. Parece periodista.Mi mamá cumple hoy 86 años. Y a veces se pone triste. Dice que no quiere que sus nietos la quieran porque no quiere que la lloren. Pero ella sabe que sus dos nietos no pueden dejar de quererla, y mucho, porque ella ha sido una estupenda abuela.

domingo, mayo 08, 2005
Mi mamá
Cuando yo nací mi mamá tenía 45 años, mi papá 64. Fueron siempre -más él que ella- unos padres abuelos. Mi mamá ya tenía el pelo blanco a los 50 (nunca se lo quiso pintar) y me llevaba por la calle y la gente le decía "qué bella su nieta, sacó sus ojos azules". Su nieta hija.Tenía algunas mañas mi mamá. Me llevaba al cementerio del sur. Veíamos las tumbas, la de María Francia que ayuda a los estudiantes de bajas notas (nunca fui una estudiantes de bajas notas, quizás me ayudó ella), la de José Gregorio Hernández, que mi mamá veía santo, un santo venezolano. De algún modo él representaba la santidad que encontró en este país, que la acogió adulta para hacerla mamá. Me llevaba a los velorios. De adultos, de niñitos. Fríos en sus urnas, negras las grandes, blancas y bordadas las chiquitas. "La gente se muere", parecía decirme mi mamá. Quería hacerme fuerte, siempre, ante la muerte. Eran ella y mi papá -lejano- tan viejos. Y sí, me hizo fuerte y gallarda.No sólo eso. Mi mamá me tejía mucha ropa. Abrigos, chales, bufandas. Y me cosía camisas que yo diseñaba. Y me hacía papas fritas y croquetas y milanesa de carne. Y me sacaba a pasear. Y me contaba cuentos inventados por ella. Y me dejó en libertad de ser yo misma. Y me hizo siempre, sobre todas las cosas, saberme querida. Hoy en día mi mamá tiene 85 años y está bien de salud, aunque desde hace 5 años (desde la tragedia de Vargas, desde que no puede montarse en autobús para ir a la playa de Macuto) ya no es la misma. Anda en bastón y casi no sale. Pero sigue teniendo esa fortaleza de señora que ha pasado una vida dura, pero que ha sido honesta. Vive sola y oye todo el día radio. La visitamos o, como hoy, la traemos varios días a dormir a mi casa.Mi mamá estudió poco. En un internado de monjas. Su mamá murió cuando era muy pequeña. No tuvo mamá que imitar, aprendió sola a ser mi mamá. Vivió la guerra. Trabajó en casas de familia. Cuidó niños ajenos. Emigró. Se enamoró. Una historia de amor llena de secretos. Y tuvo a su hija (esta servidora). Esa hija ahora tiene dos hijos. Nunca los ha llevado a un cementerio ni a un velorio. No cree necesario hablarles del final de la vida. Tampoco sabe tejer, ni les hace ropa. Sí les fríe papas. Les cuenta cuentos. Los abraza, les dice que los quiere, que los quiere tanto, tanto.Tres generaciones esta tarde de domingo viendo televisión. La sencillez de la familia.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

estoy contigo. espero que lo sepas.

Anónimo dijo...

te quiero muchisimo, y estoy contigo. para lo que sea.

Mire dijo...

gracias mi niña...es difìcil...tengo momentos en que me tranquilizo y otros en los que me vuelvo un rollo

Anónimo dijo...

Un beso grandoooote, un abrazo y un pañuelito tejido para secar esas "lagrimitas". TQM, EBE

Regina Falange dijo...

Dios proveerá, linda maga

Con nuestras peticiones y oraciones, pero también con ese, tu corazón, que es lo suficientemente grande y maravilloso para albergar todo ese amor con el que tu mami saldrá adelante

Un abrazo!!!

Anónimo dijo...

Lo que narras podría considerarse una copia al carbón de otras mamas y papas que conozco directamente, hias de la emigración española, italiana y portuguesa. Doy gracias porque esta sangre latina tienen en una elevádisima estima el valor de la familia, como tú bien lo muestras.

Anónimo dijo...

"Tiende el arco, Señor, que mi angustia sea tu blanco. Disparale directo al corazon". Maria Inmaculada Barrios

Silmariat, "El Antiguo Hechicero" dijo...

...





PS: Me entiendes?

Mire dijo...

gracias silmariat por tu llamada...sè que desde tus pocas palabras estas acompañandome

Troka dijo...

Maga, quise saber cómo iba todo, porque estuve sin conectar....al menos ya la tienes en casa, ahora a esperar y ser ecuánimes.
Un abrazo y mucho ánimo!

Anónimo dijo...

Si hay valor, no existe duda de que usted lo tiene, también reciedumbre, coraje y al parecer un corazón grandotote que la sacarán poco a poco de esta terrible situación por la que está pasando, también hay amor en usted (mucho)y una hermosisima e ingeniosa manera de expresarlo cuando escribe. Desde hace algún tiempo he venido leyendo su blog, llegué a el por medio de K-minos, hasta ahora lo he venido haciendo en silencio, admirado por la calidad-originalida de sus escritos, pero no podía dejar de manifestarle mi palabra de aliento.Yo acabo de salir de una situación semejante, operaron a mi hermana de emergencia y la cosa se puso un poco fea, ya pasado lo peor de la tormenta, miro atrás con un suspiro de alivio, reconfortado por lo que hemos superamos. No tengo dudas que usted y esa admirable señora también lo lograrán. Así será
M. Alfonso